El Colegio de Economistas de Santa Cruz de Tenerife está muy preocupado por la propuesta de reforma del sistema educativo presentada recientemente por el Ministerio de Educación en el anteproyecto de ley denominado LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Ese anteproyecto, aunque comienza diciendo que “la educación es el motor que mueve la competitividad de la economía”, se olvida precisamente de ella, de la economía, y la sitúa a un nivel residual dentro de la educación no universitaria.
En un primer análisis, detectamos dos defectos en esta propuesta. Por una parte, observamos que no se tiene en consideración las recomendaciones realizadas en el informe PISA referidas a la necesidad de implantar una formación económica en la etapa obligatoria. Debemos recordar que nuestro país, junto a Grecia y Portugal, que actualmente están actuando en el peor de los escenarios posibles dentro de la presente crisis económica, son los únicos que no incluyen dicha formación en los niveles obligatorios de la enseñanza.
Por otro lado, se puede subrayar que disminuye de forma ostensible en el Bachillerato las asignaturas de ámbito económico-financiero (Economía pasa a ser optativa, y ello implicará su desaparición en muchos centros educativos, y borran del currículo actual la asignatura de Fundamentos de Administración y Gestión). Estudiando el currículo educativo no universitario en el ámbito europeo, todos los países de nuestro entorno, salvo los dos antes mencionados, implantan en los diversos niveles asignaturas que refuerzan el área económico-financiera. Por ejemplo, Alemania lo incluye desde los 10 años, Noruega desde los ocho años, Suecia y Dinamarca desde los nueve años. El caso más destacado es Francia, que contempla una de las especialidades del Bachillerato con la denominación Series económicas y sociales.
El Bachillerato más demandado en la última década es el de Humanidades y Ciencias Sociales, y dentro de él, la asignatura más solicitada es la de Economía. Pero esta nueva situación prevista en la reforma educativa es grave y peligrosa; es un gran error la desaparición de esos estudios, pues representa un lastre para nuestros jóvenes en particular y para la sociedad en general, ya que se producirá una merma en el nivel de la cultura económica que de por sí ya es bajo. En este contexto, debemos olvidarnos de intentar incentivar la actividad emprendedora de la población joven y, con toda seguridad, disminuirá el nivel de conocimiento de conceptos que la población debería conocer, y que son de uso diario (préstamos, créditos, hipotecas, acciones preferentes, swaps, etcétera). Por ello, respaldamos las propuestas realizadas por el Consejo General de Colegios de Economistas de España a través de la Organización de Economistas de la Educación (OEE), órgano especializado, y las sugerencias efectuadas por la Conferencia Española de Decanos de Economía y Empresa (Cofede), que solicita al Ministerio el mantenimiento de los estudios del área económica en el Bachillerato y que se amplíe esta área de conocimiento a los niveles de la educación obligatoria, siguiendo las recomendaciones realizadas, entre otros, por el Parlamento Europeo y el Consejo de fecha18 de diciembre de 2006, todas ellas “relacionadas con las competencias clave para que el aprendizaje se incluye la economía” (2006/962/EC). Y las propuestas del informe Pisa, que incluirá a partir de 2012 evaluaciones de la educación financiera.
*Postura oficial sobre la nueva reforma educativa del ministro Wert