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‘El País’ es la noticia> Por Saray Encinoso

Los periodistas nos dedicamos a buscar noticias, pero en ocasiones excepcionales acabamos protagonizándolas. Es justo lo que ha ocurrido con El País. Llevaba tiempo rumoreándose que la empresa preparaba un expediente de regulación de empleo que diezmaría profundamente las delegaciones y que dejaría a muchos profesionales en la calle. Los vaticinios se cumplieron. El sábado por la noche 129 profesionales recibieron en sus correos electrónicos un mail en el que se les explicaba por qué eran los elegidos para abandonar el barco. Algunos no cumplían con el perfil digital que la nueva era exige y otros, simplemente, se habían convertido en números prescindibles. Ellos se sorprendieron, pero los lectores y periodistas que seguíamos desde la distancia el desmantelamiento del emblemático diario también. No entendíamos que firmas de la talla de Ramón Lobo tuvieran que despedirse de una empresa que no sería lo mismo sin ellos.

Es verdad que el drama de El País es uno más, pero entonces, ¿por qué nos duele tanto? Muchos estudiantes de periodismo llegamos a las facultades soñando con trabajar luego en El País. Al menos eso me pasó a mí. Yo entonces no tenía dinero para comprarme el periódico cada día y reservaba este lujo para algunos domingos. Ese día iba al kiosko, compraba el periódico y me sentaba en la cafetería de al lado de mi piso de Sevilla. A veces el periódico sacaba alguna promoción irresistible de cine o libros y yo, de cuando en cuando, ahorraba para poder comprar la mitad de la colección y le rogaba a mi padre que comprara la otra mitad en Tenerife. Reconozco que esta crisis me duele mucho, pero eso no me hace perder la perspectiva: no me hace olvidar la que padecen todos los días miles de familias en nuestra ciudades, en nuestro país. Cada vez hay más personas que no tienen empleo ni posibilidades de encontrar uno, y los que sí trabajamos no tenemos ni idea de qué hacer para que todo esto cambie. Y eso duele mucho.

Creo que una de las cosas que puede hacer un periodista es seguir informando y analizando todos los datos que nos disparan a diario. Necesitamos una alternativa, pero no sabremos que existe esa alternativa si no contrastamos todas esas versiones erróneas y adulteradas que nos cuentan.

Hoy más que nunca necesitamos profesionales capaces de interrogarse y de dar respuesta a todas esas incógnitas. Por eso también duele tanto la crisis del país y El País.

@sarayencinoso