Durante este verano, Tenerife Pearl-Perla Canaria ha comercializado en sus tiendas del Archipiélago una pulsera de la que un euro por unidad vendida se donaría a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). La campaña tuvo tanto éxito que recientemente el director general de dicha empresa, Nanik Daswani, y la directora de Marketing, Charlotte Brengman, hicieron entrega de un cheque por valor de 3.700 euros (el mismo número de pulseras vendidas) al presidente provincial de la AECC.
Alguien comentó que en los establecimientos de esta firma trabaja un alto porcentaje de mujeres y que, quizás, ello originaba que el nivel de sensibilización con el cáncer de mama fuese alto. Yo no conozco a los empleados de esta joyería especializada en perlas pero estoy segura de que el sentimiento que los ha impulsado a potenciar ese objeto en particular no ha surgido solamente por parte del personal femenino ni siquiera porque abarque la peculiaridad de un diseño especial y único (y permítanme decir, ahora que la campaña ya terminó y no se me puede tachar de aduladora, que de una muy profesional combinación de belleza y sencillez) sino que, al margen del sexo, todos ellos sienten la necesidad de poner esa nota de solidaridad en su trabajo de cada día, en el que pasarán muchas horas y que, unido a obligaciones y ocupaciones familiares, les impedirán regalar algunas horas, como imagino que será su deseo, a un voluntariado y lo sustituyen por esta otra manera de ser voluntario, la venta de estas preciosas pulseras, gesto que los que sí lo somos porque hace tiempo que, por edad, dejamos atrás la responsabilidad laboral les agradecemos como si les conociéramos uno a uno a todos ellos. Ya, durante los meses pasados, esta organización no lucrativa ha recibido premios que acepta con la humildad del que forma parte de una gran familia común, los enfermos de cáncer y sus familias, como han sido el Premio Casino Unión y Progreso, el Premio 20 Aniversario de Teide Radio o el Premio Gánigo 2012 del Centro de Iniciativas y Turismo de las Comarcas del Sur (CIT Sur) por el Ayuntamiento de Adeje, y otras aportaciones en metálico para las muchas necesidades que surgen, como la donación de la Logia Ave Fénix nº 73.
En estos tiempos en los que, a pesar de la cautela en el gasto, las cantidades que se manejan en los medios relacionadas con programas gubernamentales, altas finanzas, proyectos, etc. se citan en millones, hablar de un euro parece anecdótico. Pero si de verdad entendiéramos el fin que deberían tener todas nuestras acciones nos daríamos cuenta de que todos esos euros son un impulso para un programa de la Asociación Española Contra el Cáncer y que es una forma de ofrecer, de forma anónima y a aquellos que pasan por tan complicado momento, el esfuerzo personal que nos ha supuesto ganar esa moneda que, estén seguros, la AECC administrará con respeto y honestidad.
*VOLUNTARIA DE LA AECC