T. F. | Santa Cruz de Tenerife

El veredicto del jurado popular resultó ayer benevolente con el acusado de matar a un granadillero en la madrugada del Día de San Valentín del pasado año en Roquetas de Mar y calificó los hechos como homicidio intencionado. Comoquiera que tampoco se consideró probado el delito de incendio y que se apreciaron como circunstancias atenuantes tanto la confesión como la drogadicción, el fiscal ha rebajado a nueve su solicitud de cárcel.

Los hechos que nos ocupan se produjeron a raíz de la negativa de la víctima a vender un gramo de cocaína al acusado dado que le faltaban diez euros, lo que provocó una desproporcionada reacción violenta que se tradujo en tres puñaladas, a cual más mortal de necesidad.

A pesar de que el acusado se trajo el cuchillo desde su casa, el jurado no apreció la suficiente premeditación en sus hechos para calificarlos como asesinato. También descartó que el juicio se desdijera de su confesión, y aunque supo sacar dinero del cajero, conducir hasta el domicilio de la víctima y deshacerse del cuchillo, entienden que actuó bajo los efectos de la cocaína.

Tras la decisión adoptada por el jurado, la Fiscalía bajó de los 14 iniciales a los nueve referidos, aunque mantuvo la responsabilidad civil que fija en una indemnización de 120.000 euros a la madre de la víctima, con 12.000 euros, 20.000 euros para cada una de las hijas y 12.000 euros a cada uno de sus cinco hermanos.

Por su parte, Plácido Peña, el letrado tinerfeño que ha ejercido la acusación particular en nombre de las dos hijas de la víctima, solicitó diez años de prisión y una indemnización de 100.000 euros para cada una de las hijas, quienes siguen viviendo con su madre en Granadilla de Abona. Por su parte, la defensa pidió una pena de cuatro años de cárcel.

Ahora serán los magistrados de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería quienes se encarguen de fijar las penas por estos hechos.