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“La vacuna no se ha inmovilizado por seguridad, sino por calidad”

Luis Ortigosa
El pediatra Luis Ortigosa defiende la eficacia de la vacunación. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Aunque hasta hoy mismo no se sabrá con certeza si llegan a Canarias las primeras vacunas cedidas por varias comunidades autónomas, en la Consejería de Sanidad confían en que no haya más contratiempos y que la próxima semana se pueda reanudar con normalidad la campaña de vacunación 2012-2013.

En principio, según confirmó ayer el jefe de Epidemiología del Servicio Canario de Salud (SCS), Domingo Núñez, en esta primera remesa serán finalmente unas 40.000 las dosis que aterricen en el Archipiélago, de las 76.000 que serán cedidas en primer término. Luego, si no hay más problemas, antes de final de mes las Islas contarán con unas 150.000 vacunas, lo que permitiría cubrir a cerca del 65% de la población isleña de riesgo.

Pese al debate que ha generado la inmovilización de la vacuna de Novartis, el pediatra Luis Ortigosa, miembro del Comité Asesor de Vacunas del Gobierno de Canarias, dejó claro ayer al DIARIO que “se ha creado una alarma social injustificada, porque muchas de las informaciones que se han vertido pueden provocar que la gente empiece a creer que las vacunas no son buenas, cuando en realidad no es así”. Para el doctor Ortigosa, “las vacunas son herramientas muy útiles para la población y son de los medicamentos más seguros que hay”. “Han ayudado mucho a la erradicación de enfermedades que hasta hace unos años eran epidémicas y mortales”, denotó el facultativo tinerfeño, que trabaja como adjunto en el Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC).

En el caso concreto de la vacuna de Novartis, Luis Ortigosa aseguró que “se trata de un problema de calidad y no de seguridad”. “Las vacunas son medicamentos que se administran a personas sanas; por eso, tienen unos requisitos previos y pasan unos controles muy estrictos, tanto antes como después de ser administradas”.

Pese a todo, el doctor Ortigosa reconoció que “el retraso en el normal desarrollo de la campaña de vacunación puede afectar luego si se adelantan los picos de gripe, que en Canarias suelen llegar a finales del mes de diciembre”. “Pero tampoco sabemos cómo se va a comportar el virus, por lo que es imposible anticiparse”, aclaró el pediatra, que también es miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.

Según expone Luis Ortigosa, “lo ideal sería tener ya aquí las vacunas, pero hay tiempo y margen para ofrecer una respuesta eficaz, sobre todo para los grupos de riesgo”. “La campaña se inicia en torno a los meses de septiembre y octubre, porque es más complicado vacunar cuando ya se está inmerso en los periodos de mayor incidencia”, manifestó el facultativo tinerfeño, quien reiteró que “la vacuna contra la gripe es fundamental para los grupos de riesgo. Por eso se le recomienda a niños y adultos con patologías de base, enfermos crónicos, personas mayores, etc”.

Como experto en la materia, el doctor Luis Ortigosa recordó que “la gente en Canarias cree en las vacunas y en el sistema público. Como ejemplo, el porcentaje de niños vacunados según el calendario recomendado por el Ministerio y la Consejería de Sanidad ronda el 95%”, arguyó.

Canarias fue una de las ocho comunidades autónomas que adquirió las vacunas supuestamente defectuosas, a través de una compra centralizada del Gobierno de España para ahorrar costes. En concreto, el Archipiélago invirtió 972.440 euros en 250.000 inyecciones. Tras la inmovilización de los lotes y por medio de un acuerdo de la Comisión Nacional de Salud Pública, se decidió que las autonomías que no habían adquirido los lotes de Novartis donaran parte de los suyos a las regiones afectadas.

Una vez lleguen las vacunas al Archipiélago, el 012 reiniciará el proceso de citas y será el encargado de hacer el cribado de los grupos de riesgo. Así, en primer lugar la vacunación se dirigirá a las personas de más de 65 años y las que padecen enfermedades crónicas, para los que una simple gripe puede ser mortal.