D. S. | Barlovento

Una vez que ha escampado, el municipio de Barlovento empieza a contabilizar los daños que han dejado a su paso las lluvias torrenciales que sobresaltaron a la localidad norteña desde la tarde del martes hasta la noche del miércoles. Una tromba desproporcionada de agua que produjo, además de daños considerables en las carreteras del municipio, importantes desperfectos en viviendas, huertas y pistas vecinales, que suponen un serio varapalo para la población afectada y su economía.

En el Ayuntamiento no dejaron de recibir en la jornada de ayer a vecinos que acudían para exponer su situación particular, en busca de algo de orientación y de ayuda para resolver esta problemática. La alcaldesa comentó que “todavía no tenemos hecha una valoración general, pero sí que ha habido daños importantes en viviendas y terrenos, con huertas que han desaparecido prácticamente y muros que se han venido abajo”.

Además, Vanessa Rodríguez señaló que todavía hay personas que no conocen el estado en que se encuentra su casa o finca porque están fuera de la Isla, “por lo que preferimos esperar unos días antes de hacer una valoración más fiable de los daños que ha sufrido el municipio”.

REALOJOS

Hay casos particulares preocupantes, como el de dos familias del barrio de La Cuesta, que tuvieron que salir de sus casas debido a que el agua las inundó y las ha dejado, por el momento, fuera de condiciones de habitabilidad. El Ayuntamiento ha facilitado que una de estas familias pueda permanecer en una casa de turismo rural, mientras que la otra se ha desplazado a una vivienda de familiares, hasta que la situación recobre la normalidad y puedan regresar a sus domicilios.

La alcaldesa reiteró su preocupación por el estado de las carreteras de la localidad y por la incidencia que causó el hecho de que siga en obras esta vía. En este sentido, anunció que la próxima semana tiene previsto visitar el municipio el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, de quien confía recibir una salida a esta situación caótica que sufre el municipio en sus comunicaciones.