entre cortados>

Madrid Arena, en la lista negra> Por Arun Chulani

Lo que comenzó con una fiesta de Halloween para disfrutar de la noche terminó siendo una tragedia. La supuesta negligente organización trajo consigo un final infeliz para cinco chicas que querían pasar una buena fiesta. Esa fiesta, organizada por Diviertt, SL. Pues así se divertirá la madre del topo. Y es que he de escribirlo de un modo sutil por no sacar de mí rabia pura, desagrado y unas ganas de justicia hacia los afectados increíbles. Palabros por doquier a los personajes que vieron clientes y dinero en personas y diversión.

Nada parece que se hizo bien. Supuestamente se vendieron más entradas de las debidas, superando así el aforo. Y me da exactamente igual lo que diga el portavoz de turno de la empresa organizadora acerca de que fueron 9.650 las entradas certificadas para un aforo de 10.600 personas. Quizás se vendieron muchas más. Una lista oficial y una lista B para ganar dinero, a lo mejor.

¿Seguridad para la cita festiva? Control 34: el mejor postor, rápido y barato; seguritas quizás cobrando seis euros la hora sin ninguna preparación ni certificación del Ayuntamiento. 75 personas de seguridad para 20.000 asistentes. ¿Fue esto así? Para ganar dinero, ¿todo vale?
Pero aquí nada pasa hasta que pasa algo. Como colofón, la bengala. Epicentro de la avalancha, todos a correr hacia una sola puerta. ¿Una sola puerta? ¿Bengalas dentro del recinto? ¿No revisaron? Reitero y repito, ¿qué tipo de organización es esta? Por más que la empresa organizadora y el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, digan, parece que tienen total responsabilidad en lo sucedido. Ni los cacheos se hicieron correctamente, ni se solicitó el DNI, ni había personal de seguridad suficiente, ni se respetó el aforo, ni nada de nada. Lo dicen los que allí estuvieron.

Al menos alguien justo en este clima de investigaciones. El juez decano de Madrid, José Luis González Armengol, aparece para aplicar justicia en lo ocurrido, donde cuatro personas ocupaban una baldosa, donde la Policía Municipal supuestamente no controló el aforo y alguien tendrán que responsabilizarse de esto. Situación descontrolada y comportamiento irresponsable donde, vuelvo a incidir, no se miró por las personas, sino por el dinero. Esperemos que la justicia se aplique de inmediato.

Mi más sentido pésame a las familias afectadas. Mi más sentido desprecio a la empresa, al vicealcalde de Madrid y a los demás topos que los rodean.

@arunchulani