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Municipio de Hermigua (4). Las mujeres de Mulagua – Por Ignacio González Santiago

El municipio de Hermigua se encuentra situado en el noreste de la isla, en el valle del mismo nombre, que constituía junto con Agulo el territorio aborigen de Mulagua. Tiene una superficie de 39,67 km² y una población de 2.232 habitantes. El municipio alcanzó los 5.824 habitantes en 1940, pero descendió a partir de ese año, por la emigración. El primer asentamiento de Hermigua fue el del Valle Alto, con la iglesia de Santo Domingo y el convento del mismo nombre, construido entre 1515 y 1520. El Valle Bajo fue posterior, levantándose la iglesia de Nuestra Señora de La Encarnación en 1650. Los principales núcleos de población, además del casco, son Las Casas, Piedra Romana, Santa Catalina, El Estanquillo y Callejón de Ordaiz, La Pollata y el Cedro. El Cedro da nombre al bosque de Laurisilva más importante de La Gomera y posiblemente de Canarias, con permiso de los bosques de Los Tilos, en La Palma, y de El Agua, en Tenerife. El Museo Etnográfico de La Gomera tiene su sede en Hermigua y consta de tres plantas, que acogen una sala audiovisual, una tienda y diversas salas monotemáticas, correspondientes a la pesca, el bosque, la agricultura, la ganadería, el vino, los utensilios, las herramientas, la cestería, los tejidos y los telares. La economía del municipio se ha basado históricamente en la agricultura, desde la caña de azúcar en el siglo XVI hasta el plátano en la actualidad, pasando por la vid, la cochinilla y el tomate, además de los cultivos de autoabastecimiento, como los cereales, las legumbres, las papas y los frutales. Las exportaciones agrícolas se embarcaban por la empresa inglesa Fyffes, a través del centenario Pescante de Hermigua, que aún hoy sigue en pié, restaurado recientemente por el Ayuntamiento. Hermigua fue durante décadas la avanzadilla cultural de La Gomera, gracias a la Academia que fundó el hermano de La Salle y sacerdote francés, Mario Lhermet, que llegó al pueblo un día cualquiera del año 1941, y ya nunca más se fue, hasta su muerte en 1980. En sus aulas se formaron varias generaciones de gomeros y gomeras, como el actual Consejero del Cabildo y Presidente del CCN de La Gomera, don Pedro Medina Calero, uno de los políticos más preparados y sagaces de Canarias. El municipio ha sido también cuna de grandes mujeres, entre otras, la política, Secretaria Insular del CCN de La Gomera, y actual Alcaldesa de Hermigua, doña María Solveida Clemente Rodríguez. Solveida, como la conocemos todos, desbancó por sorpresa, en 2007, al otrora invencible Mora, entonces en el PSOE, hoy en Socialistas por La Gomera, después de 20 años seguidos en la Alcaldía. Solveida ganó las elecciones en 2007 y mejoró sus resultados en 2011, en coalición electoral con CC, acompañada de un eficaz y siempre discreto Nicolás Almenara, que es hoy su Primer Teniente de Alcalde. Otra gran mujer de Hermigua es la empresaria gomera doña María Dolores Gámez Méndez, conocida popularmente como doña Maruca, que desde principios de los 70 se embarcó en diversos proyectos empresariales, encaminados al fomento de las tradiciones locales y la rehabilitación del entorno. Primero, fundó un taller escuela, con mujeres, para promocionar y rescatar la artesanía gomera, siendo el antecedente de lo que hoy se conoce como Los Telares. Más tarde, apostó por un turismo diferente y ecológico, en La Gomera y en Canarias, el turismo rural, para lo que comenzó a restaurar casas antiguas. El Gobierno de Canarias reconoció su encomiable labor y le concedió la medalla de plata de Canarias y el premio al dinamismo empresarial. Y una tercera gran mujer fue la bisabuela de mis hijos, doña Anastasia Brito Padrón, que si viviera y leyera este artículo, donde la nombro, seguramente me mataría, porque era excepcionalmente discreta y no le gustaba nada llamar la atención y mucho menos salir en los periódicos. Doña Anastasia murió con 105 años, o más, porque en aquella época, en los pueblos, tardaban mucho en inscribir a los niños y niñas recién nacidos. Una vez, tras cumplir 104 años, una joven periodista la entrevistó y le preguntó por sus recuerdos de la guerra, y ella, sin pensárselo, le pidió que le aclarara a qué guerra se refería, porque doña Anastasia conoció tres siglos, ya que nació a finales del siglo XIX, en 1896, cuando Cuba y Filipinas eran aún españolas, vivió durante todo el siglo XX, y finalmente se fue en el 2001. Así que doña Anastasia vio muchas guerras. Y además lo que fue mucho mas importante para mí, parió a mi suegra, Náyade, ésta a mi mujer, y Ana a mis dos maravillosos hijos, Paula y Nacho. Sólo por eso doña Anastasia merece salir aquí como una gran mujer de Mulagua.

*PRESIDENTE FEDERAL DEL CCN Y DIPUTADO EN EL PARLAMENTO DE CANARIAS / @ignaciogonsan