La experiencia aporta la sabiduría que un profesional requiere para comprender mejor las entrañas de cualquier campo de trabajo. Ese conocimiento sienta las bases de ciertas habilidades, como la capacidad negociadora, la firmeza en su proceder, las relaciones personales o la aceptación de una lucha y reivindicación como reto. Sumado todo, el resultado da el nombre de una figura, Leopoldo Cólogan Ponte, presidente de la APEB. De profesión, negociador de los plataneros. Su intensa defensa del sector agrario dejó huella en Asaga cuando tomó el mando de esta organización en 1985. La suma de esfuerzos durante su permanencia en el cargo y, en parte, su insistencia y persuasión frente a las administraciones para lograr la integración de Canarias en la Unión Europea derivaron en 1993 en la entrada del sistema de abastecimiento de la OCM del plátano. Trece años después, los contingentes que regulaban las importaciones de esa fruta estaban en proceso de desmantelamiento y se ponía fin a la estabilidad comercial del sector platanero.

Se abría una nueva etapa laberíntica marcada por litigios, firma de tratados, establecimiento de memorandos y liberalización del mercado, mientras que continuaba constante la lucha de Cólogan. Salvaguardar los intereses comunes de todas las zonas productoras europeas era y sigue siendo el objetivo frente a la larga guerra del banano. Una guerra de la que el sector platanero comunitario y, en concreto el de Canarias, ha salido malherido. Los frentes abiertos se mantienen. De un lado, los acuerdos multilaterales y los bilaterales entre la Unión Europea y los países sudamericanos para facilitar la entrada de sus producciones con aranceles irrisorios que solo benefician a las grandes multinacionales. De otro, los países ACP, quienes ya introducen bananas libres de impuestos. Con este panorama y por las presiones del sector platanero, mensaje que ha trasladado la APEB a la Unión Europea (UE), se han negociado algunas medidas compensatorias aunque no hay nada asegurado. La alerta de los plataneros ante posibles cambios continúa. El fin es asegurarse que la ficha financiera del plátano sea una realidad para que el sector no muera en el camino.

*PRESIDENTE DE ASAGA CANARIAS