MIRÁNDONOS>

La neurona> Por María Montero

Parece ser que los hombres poseen una sola y única neurona pensante, o al menos, esta es una coletilla graciosa que a veces usamos las mujeres para tratar de nombrar el estado del hombre, que hace las cosas de una a una y en su mundo, mientras que el sexo femenino desarrolla múltiples facetas a la vez. Lejos de entrar en un debate sexista sobre las neuronas femeninas, he llegado a la conclusión de que estas no funcionan a las del ritmo de los hombres. Ellos rumian ideas, y nosotras corremos más veloces que el pensamiento, sobre todo en lo emocional.

Claro que hay hombres altamente ilustres en la inteligencia; sin embargo, el debate de las neuronas creo que es en el mundo emocional. Cada vez hay más hombres que se atreven a llorar delante de nosotras, y muestran su lado femenino, y reconocen lo que se han perdido durante generaciones, por estar en el lado del macho fuerte y duro. Las mujeres también pueden llegar a ser demasiado masculinas y a olvidar su lado femenino y a usar la dominación frente a los hombres. Pero el mundo sentimental es el que más miedo da. No sé si las neuronas masculinas entran en su cueva para procesar los sentimientos o esperan a que lleguemos nosotras y, a golpe de cuchara, vayamos recogiendo lo que se cuece. Pero a veces da miedo reconocer lo que sentimos por alguien, y es más, llamamos a su aliado: la negación.

Negar que nos sentimos atraídos por alguien refuerza el poder de esa sensación. Negar lo que hemos vivido con alguien da alas a esa experiencia, y si para protegernos la tildamos de error, entramos en el reconocimiento. Enrocarse en posturas sin salida es una partida de ajedrez perdida, y un agotamiento mental. ¿Por qué nos cuesta tanto reconocer la atracción…? Puede implicar infidelidades y secretos, aunque hay que atreverse a decir la verdad. Los hombres piensan con todas sus neuronas y sienten con toda su piel. Y esta química que conecta hombres y mujeres es el poder del corazón.