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Paro en Estados Unidos> Por José Luis Gómez

En la recta final de su campaña electoral, el demócrata Barack Obama puso en valor ante su adversario republicano Mitt Romney que, bajo su mandato (2008-2012), se registraron 29 meses consecutivos de creación de empleo, con 5,5 millones de nuevos puestos de trabajo desde que llegó a la presidencia en medio de una profunda recesión. Es un mensaje que puede ayudarle a renovar su mandato al frente de la primera potencia económica del mundo, pero visto desde aquí también es un dato que da otra perspectiva del inmenso problema de paro que tiene España: ni siquiera con todo el empleo que se creó en cuatro años en Estados Unidos desaparecería el paro en España. Si salir de la crisis es no tener paro, resulta fácil imaginar -con el permiso de la ministra Fátima Báñez- el abultado número de años que pueden pasar antes de que España cante victoria. Si salir de la crisis es volver a crecer, entonces la cosa cambia, de modo que puede ser algo posible incluso a corto plazo, ya que a poco que funcione la devaluación interna repuntarán las exportaciones, aumentará el turismo y se reactivará el mercado inmobiliario. Eso sí, la mayoría de los españoles será más pobre y ganará menos, y unos pocos serán más ricos. El mensaje del demócrata Barack Obama es muy interesante para España no solo porque, sin pretenderlo, nos pone delante nuestra cruda realidad, sino porque demuestra que su modelo de intervención pública en la economía ha funcionado y que el modelo de austeridad europeo impuesto por la conservadora alemana Angela Merkel está fracasando en lo que más le importa a la gente, que es tener trabajo para poder vivir. No solo lo dicen los premios Nobel Stiglitz y Krugman. Lo dice la realidad.