LUIS DE LA CRUZ | Santa Cruz de Tenerife

El equipo de Daniel Delgado, los elegidos por los votantes de Tenerife para gestionar la Tinerfeña en los próximos cuatro años comienza a dar pasos de gigantes para cerrar lo que serán sus piedras angulares de funcionamiento. Plantar para recoger es su lema. Por tanto, la labor con los más pequeños y crear un gran semillero de luchadores para garantizar el futuro parece que es uno de sus grandes objetivos para el mandato.

Poli García, el próximo vicepresidente de la Tinerfeña, será la cabeza visible de la junta para gestionar todo el trabajo con los más pequeños.

La intención es contar, un peldaño más bajo, con un coordinador para supervisar todas las escuelas municipales y las selecciones de infantiles, cadetes y juveniles, que están llamadas a realizar grandes gestas a nivel nacional. Dos son los nombres que tiene en la agenda Poli García: Valentín Hernández Ayala VII y Jeremías Hernández, quien en el anterior mandato ocupaba el mismo puesto, junto a Cristo Mesa. García espera cerrar este mismo viernes el nombre del coordinador de base para seguir creciendo en el plan de actuación anual.

Bajando en el escalafón del organigrama de Delgado, la intención es contar con tres monitores: zona norte, sur y centro para seguir las evoluciones diarias de todas las escuelas y que además apoyen al coordinador de base en el trabajo con las tres selecciones.

Suenan mucho nombres y, los primeros pasos en el norte se han dado con Rucadén González, luchador del Tegueste y con gran experiencia en el tema. Para la zona centro se habla de Roberto Marrero, mientras que en el sur se barajan los nombres de Pablo Morales, Suso García o Tomás González, entre otros monitores de primer nivel.

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Ideas nueva para la Liga Cabildo-Disa

Cada maestrillo tiene su librillo. Poli García, quien lleva muchos años en las categorías inferiores, tiene una serie de ideas nuevas para incentivar el trabajo con la base y, para ponerlas en práctica quiere antes hablar con los responsables de los juegos escolares del Cabildo y con los representantes de la Fundación Disa para que analicen la idea. La intención es disputar la fase previa por concentraciones para que los niños y niñas se encuentren más respaldados y que los encuentros sean simúltaneos dividiendo los terreros en cuatro y que se disputen varias luchadas a la vez y con diferentes categorías para evaluar la evolución de los luchadores. Entran con ganas y eso es bueno para que la lucha siga viva.

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