Ya lo decía el maestro Padrón Albornoz en su antigua y legendaria sección de El Día: “El puerto es lo primero”. Y así fue durante mucho tiempo. El puerto no solo fue el origen y elemento fundamental en la fundación de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, sino que luego fue el motor de su crecimiento y el trampolín que le hizo alcanzar la capitalidad de la Isla primero, a costa de La Laguna, y del Archipiélago después. El muelle ha dado vida y prosperidad a la ciudad durante siglos y marcó el carácter del pueblo chicharrero, que hasta adoptó como unos de sus símbolos emblemáticos -y no por casualidad- la farola de mar, el entrañable faro portuario que sobrevive en su emplazamiento de siempre como un monumento histórico.
Pero luego sucedió que circunstancias económicas y políticas motivaron que la ciudad diera la espalda al mar y a su puerto, que dejó de ser lo primero. La capital perdió parte de su vocación marinera. Y perdió también parte del impulso económico de su antes pujante muelle. Ahora parece que Ayuntamiento y Autoridad Portuaria están decididos a cambiar este panorama y darle al puerto capitalino la importancia que merece y que la ciudad necesita. El número de cruceros turísticos va en aumento y Santa Cruz ya figura entre los tres principales puertos españoles en esta actividad. Hace escasas fechas se produjo el acontecimiento de la llegada de tres grúas gigantes para la nueva terminal de contenedores al tiempo que permanecían atracados cinco grandes buques, que el Consistorio agasajó con música, pasacalles carnavaleros y una feria de artesanía. Fue una estampa nunca vista que llenó la capital de gran animación. Ahora se anuncia la próxima finalización del Plan Especial del Puerto que definitivamente abrirá la capital al mar, e integrará mejor el puerto en la ciudad, que recibirá además, cien mil metros cuadrados para nuevas zonas de ocio y servicio. Es una gran noticia para Santa Cruz y para la Isla. Es una gran noticia que el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria colaboren y trabajen juntos de una vez.
Porque, además de puerto estratégico del Atlántico, Santa Cruz es la puerta principal de la Isla, y debe tener el rango y el desarrollo que la capitalidad requiere.