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El cantante tinerfeño Eduardo Ruimán, que abandono el programa La Voz de Telecinco, aseguró a DIARIO DE AVISOS que se fue “por respeto a si mismo”. “Sé que la fama tiene un precio, pero mi dignidad no tiene precio ni está en venta”, subrayó. “Tengo la humildad suficiente para irme cuando sobro”.

“Para los que piensan que esto es una estrategia -Telecinco, La Voz…- pueden quedarse tranquilos: yo vivo de la venta del cupón y no de hacer platós”. “Pretendía -relató- vivir de mi música simplemente y me han quitado mis ilusiones; no obstante, aún conservo mi dignidad y he hecho valer mi derecho de la mejor forma que supe y en el único instante en que podía hacerme oír”.

“Entiendo que empieza la gira, entiendo que quizá llegue más lejos de lo que en su día pensaron y esto les complicó sus pretensiones, pero me merezco un respeto y si no querían que continuara simplemente bastaba una conversación seria y las cosas podían haber sido favorables para todos y haberse hecho de otra forma pero no a costa de mi profesionalidad como se pretendía”, afirma.

Ruimán agradeció al público, que le apoyó hasta el final: “Agradezco profundamente el hecho de que me votaran y saliera elegido. Es cierto que se me invitó a acudir al escenario de nuevo, pero deben entender que cuando se toma una decisión hay que mantenerla y respetarla y no está condicionada a ganar o perder, pues hay que saber ganar y también encajar perder”.

“Pretendí hablar lo justo para que el programa siguiera y abandoné el escenario y las estancias del plató casi de inmediato, previa conversación con la directora, que no aceptó mis explicaciones”, continuó.

SU OPINIÓN SOBRE MELENDI, EL RESTO DEL JURADO Y EL PROGRAMA

El tinerfeño también habló sobre su relación con su mánager. “En cuanto a Melendi, para mí sigue siendo un buen artista, pero a nivel personal no tanto. Simplemente recordarle que yo en ningún momento he mencionado para mal ni para bien a nadie de su familia, como él se permitió hacerlo delante del público que le oyó, y agradezco no haber escuchado su comentario personalmente porque le puedo asegurar que no me hubiera quedado impasible, pues a mi madre se le respeta y punto”.

Eduardo Ruimán alabó a David Bisbal y a Rosario, “especialmente la categoría de David Bisbal como persona”. “Es un grande donde los haya, y conmigo ha sido una persona especial, atenta, amiga”.

“Entiendo que Jesús Vázquez lleva el programa con una dirección detrás. Me parece una persona con una calidad humana excelente, pero en ese programa no todo son rosas, y los puñales por la espalda se sienten”, aseguró.

El cantante tinerfeño asegura que sigue pensando que La Voz “es un trampolín” y deseó a los concursantes “lo mejor y que sus sueños se cumplan”.

“Lamento todo esto, especialmente por mis seguidores y por el público en general. Deseo que se entienda que mi dolor ha sido grande antes, durante y después del programa porque no han sido justos conmigo”.