Santa Cruz de La Palma fue fundada el 3 de mayo de 1493 con el nombre de Villa del Apurón, por el Adelantado, Alonso Fernández de Lugo, en la desembocadura del barranco donde estaba la cueva del antiguo rey de Tedote, la cueva de Carías, y quedó a cargo, al igual que el resto de la isla, de Juan Fernández de Lugo, sobrino del conquistador. Posteriormente, y ya como Santa Cruz de La Palma, Felipe II le concedió el título de Muy Noble y Leal ciudad. En su término municipal se encuentra el Real Santuario de Nuestra Señora de las Nieves, Patrona de La Palma. La Iglesia principal de El Salvador fue construida en 1512. La ciudad está situada en la vertiente oriental de la isla de La Palma, entre el Risco de la Concepción, en el borde de La Caldereta, y el Barranco Seco. El municipio tiene una extensión de 43,38 kilómetros cuadrados, con 4,03 kilómetros de costa y una población de 17.353 habitantes.

El núcleo urbano se encuentra al nivel del mar, aunque el término municipal se extiende hasta los 1.800 metros de altitud. Los principales barrios son La Luz, San Telmo, San Sebastián, El Puente, Benahoare, La Alameda, La Calle Real, El Pilar, El Marquito, Calsinas, Velhoco, Las Nieves, La Dehesa, La Encarnación, El Planto, El Carmen y Mirca. El puerto era el último en la ruta de América y por él se exportaba la caña de azúcar producida en la isla. La ciudad fue destruida en 1553 por el pirata François Le Clerc, más conocido por Pata de Palo, por lo que tuvo que ser reconstruida y fortificada. De esa época son los castillos de Santa Catalina y Santa Cruz del Barrio. En 1558, por decisión de Felipe II, se creó allí el primer Juzgado de Indias. Santa Cruz de La Palma fue el primer ayuntamiento democrático de España, ya que celebró sus primeras elecciones por sufragio popular en 1773.

Cuando se produjo el alzamiento militar, el 18 de julio de 1936, Santa Cruz de La Palma se resistió y mantuvo la legalidad republicana hasta el 25 de julio, cuando llegó a la ciudad el cañonero Canalejas. Tras la transición democrática, el municipio fue uno de los primeros de España que eligió nuevamente a un alcalde del PCE, Antonio San Juan. La ciudad posee un rico patrimonio artístico de estilo renacentista, barroco y neoclásico, destacando la Iglesia de El Salvador, obras de arte traídas de Flandes y América, especialmente de temática religiosa, y los teatros del Circo de Marte y el Teatro Chico. La Bajada de la Virgen se festeja cada cinco años, en honor a la patrona de la isla, la Virgen de las Nieves. La última se celebró en 2010. El puerto de la ciudad es el único de pasajeros y mercancías de la isla, y mantiene conexiones regulares con los puertos de Cádiz, Los Cristianos, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Arrecife.

Para mí, pasear por Santa Cruz de La Palma o, como la conocen en el resto de la isla, por La Palma, es volver a mi niñez, a una época muy feliz de mi vida, las vacaciones con mis primos canariones y palmeros, a los que sólo veía en verano, las pelotas de gofio amasado con plátano, que nos preparaba mi abuela Rosario para ir al Roque, la playa por la tarde para que no nos quemara el sol, la radio del salón de mi tío Pepe, con aquella musiquilla tan característica, que anunciaba las noticias, mi abuelo don Pedro, como lo conocían todos, un empresario ejemplar de la calle Real, O’daly, como la conocí yo, que no quería que su hija, mi madre, se casara con mi padre, porque era muy pobre, del barrio de Jorós, aunque al final fue quien lo cuidó hasta que murió en Tenerife y lo quiso, según decía, más que a sus propios hijos.

Recuerdos que me vienen a la cabeza, mientras paseo tranquilamente por las mismas calles de mi niñez, en una ciudad que se quedó anclada en el pasado y espera que alguien la despierte definitivamente para volver a ser lo que fue.

*PRESIDENTE FEDERAL DEL CCN Y DIPUTADO EN EL PARLAMENTO
@ignaciogonsan