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Segundo plano – Por Domingo Negrín Moreno

La soltura ante las cámaras es fundamental para dar el pego en televisión. Sharon Reed, de un canal de Cleveland (Ohio), se tomó a pecho ese axioma de la comunicación cuando, con inusitada naturalidad, se puso en la piel de los desvergonzados que posaron sin ropa para unas fotografías del artista Spencer Tunick. El reportaje de la WOTO-TV, con la presentadora en segundo plano, fulminó los índices de audiencia. Y eso que la prohibición de difundir material “indecente” entre las seis de la mañana y las diez de la noche retrasó el pase del destape.

La televisión pública sueca cautivó de chiripa a la audiencia de los informativos nocturnos. A espaldas del periodista Peter Dahlgren, las noticias eran ilustradas con imágenes pornográficas infiltradas en uno de los monitores del decorado. A una locutora alemana se le desencajó la dentadura en directo y las arcadas de un presentador inglés fueron noticia en la ITV Tyne Tees, en Newcastle. Kenny Toal llenó papeleras con los vómitos provocados por la tarta de queso de su madre.

El huracanado discurso de George Bush desde Nueva Orleans en el primer aniversario del Katrina se debilitó en un cuarto de baño de la CNN. Kyra Phillips fue al lavabo con el micrófono encendido. “Los hombres apasionados, compasivos y estupendos son difíciles de encontrar”, musitó. “Mi marido es guapo y genuinamente cariñoso, sin ego”, cacareó ante una compañera. A su cuñada no la adoraba tanto: “Los hermanos son protectores, excepto el mío. Está casado y tiene tres hijos, pero su esposa quiere controlarlo absolutamente todo”. Otra voz de mujer alertó a Kyra: “Has entrado en directo”.

En España, me vienen a la memoria los aplausos que, “por un desajuste técnico”, sonaron en una rueda de prensa del Consejo de Ministros cuya referencia emitía la primera edición del Telediario. Disculpen las molestias. Empieza el programa de la escobilla en la cadena del váter.

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