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El tesoro de Viera y Clavijo – Por Agustín M. González

Seguro que muchos jóvenes de Canarias no tienen ni dea de quién fue José de Viera y Clavijo. Puede que el nombre les suene de alguna calle o plaza de su municipio, pero poco más. Lo más grave es que eso ocurre hasta en Los Realejos, el pueblo natal de este ilustre intelectual que, pese al olvido que sufre, es una de las figuras cimeras de la cultura y de la historia de Canarias, el máximo exponente de la IIustración en el Archipiélago. Escritor, poeta, autor teatral, sacerdote, botánico, preceptor, traductor e historiador, fue además el artífice del primer periódico de las Islas: Papel hebdomadario. Aunque su obra maestra fue la imprescindible Noticias de la Historia General de las Islas Canarias. Murió el 21 de febrero de 1813 en Las Palmas, en cuya catedral descansan sus restos, lejos de la tierra que le vio nacer y donde, por cierto, aun se conserva en pie la modesta casa familiar que habitó de niño, antes de trasladarse a Madrid y convertirse en un sabio incansable y polifacético.

Ha acertado el Ayuntamiento de Los Realejos al hacer un esfuerzo para que el bicentenario de su muerte no pase desapercibido. Se prepara un amplio programa de actos para todo el año 2013. Es la ocasión oportuna para recuperar la memoria de este tinerfeño irrepetible que debe ser más y mejor conocido por los realejeros y por todos los canarios, especialmente por los jóvenes, a los que puede servir de inmejorable ejemplo de trabajo y de afán de aprender. Y para este municipio norteño el bicentenario de Viera y Clavijo es también una gran oportunidad de poner en valor su patrimonio histórico y cultural, que puede ser un motor de desarrollo. Por ejemplo: Viera merece un museo permanente en su pueblo. La casa natal, restaurada, sería la sede ideal y un atractivo turístico y cultural de primer orden para Los Realejos. A pesar de los dos largos siglos transcurridos, la figura de Viera es tan gigantesca que su legado sigue siendo un tesoro de incalculable valor que debemos cuidar, difundir y aprovechar. Sería imperdonable no aprovechar a Viera y Clavijo.