a toda máquina > Román Delgado

Toca dique seco – Román Delgado

Yo les aseguro que esta vez lo tenía totalmente decidido: tocaba hablar de la última aparición en radio de Juan Fernando López Aguilar, el músico, caricaturista, político del PSOE y hombre de verbo liviano y rítmico y de incansable, apresurado y ametrallador discurso. Justo el perfil que más me pone: algo así como un plato bien aderezado de alarcós. Pero no…; no ha podido ser. Y es que la actualidad se parece mucho a una dictadura, a un régimen soberano en el que manda quien manda y no se hable más. O sea, que el dictado que toca se deletrea desde la boca de lo que está pasando y más alcance tiene. Así que, tras unos días sin aparecer por aquí, que andaba perdido entre hojas caídas de los árboles, unas más marrones que otras, regreso, reaparezco, como los mismos ronaldos y messis tras sus quejicas lesiones, para hablar de la ratificación hecha por la Audiencia Provincial a la sentencia de un juzgado de lo penal acerca del delito de prevaricación cometido como alcalde de Arona por José Alberto González Reverón, de CC. En la mañana de ayer, no sé aún si entre lágrimas y sollozos, el pobre no ha tenido más remedio que tirar la toalla y dimitir de todos sus cargos. Se va, pero es que ya no le quedaba otra. Qué tarde, verdad; cuánta demora para torcer en el mismo cruce, ahora con más lastre encima y desgracia ética al descubierto y difundida con amplitud entre papeles impresos en rotativas, ondas que se mueven en el aire e imágenes y sonidos por todos lados. Berto, el ya exalcalde, no quiso hacer las Américas con la poca elegancia que dejaba el primer fallo y tampoco midió que eso igual lo remitía a pagar un alto precio: el de entregarse a la mayor vejación de los micros, las cámaras, la fiesta informativa… Sin duda, erró. Pero es su culpa: única. Se cavó su propia tumba y por eso ya ha pagado cara la tontería o chulería, o tal vez maldad, de creerse un dios. Pero hay justicia y en este caso pudo más. Tenía que haberlo sabido. Adiós…

@gromandelgadog