el salto del salmón > Luis Aguilera

Vuelta al calcetín – Luis Aguilera

He llegado a una conclusión, que la posteridad sabrá reconocerme. Lamento no estar para vivirlo. Pero de todo cuanto se piensa y pensará en el siglo XXI, mi conclusión es, por lejos, la más importante. Como todo gran apotegma, mi sabiduría cabe en una frase: Estados Unidos es el país más atrasado que hay sobre la tierra.

-Son tan incivilizados que en cambio de hogar tienen un arsenal, incluidas armas de guerra. Tal es su estado de salvajismo que viven aterrorizados de sí mismos. Con razón. Cualquier adolescente descarga sus pistolas en la escuela. Si la civilización es convivir en paz, su antípoda, una sociedad armada hasta los dientes.

-De ahí que su principal manifestación cultural y con recochineo sea la violencia que obedece a instintos primarios, poco evolucionados. Qué si no la silla eléctrica, su demencial afán por perfeccionar cómo matar individual y masivamente, la sofisticación de la tortura, Guantánamos sin ley, divertirse con la destrucción, la catástrofe y la muerte (véanse videojuegos, cine, etcétera).

-El matonismo no es adelanto. Ya porque un presidente pierde popularidad, ya por hacer negocios turbios o ya como simples forajidos, van y atacan e invaden a bombazos a pueblos que nos les han hecho absolutamente nada. ¡Pertenecen a tiempos de bárbaras naciones!

-No han podido distinguir entre valores humanos y la fuerza. Por ejemplo que serían de verdad superiores si ayudaran a vencer el hambre y la pobreza en el mundo. Con la mitad de su presupuesto militar lo lograrían. ¿Son de rascacielos o caverna?

-Los pueblos tienen los dirigentes que se merecen. Entre doscientos y pico de millones no encuentran a nadie mejor que a un gandul y exalcohólico Bush, un mafioso Nixon, un actorcillo ignorante o Ford que no podía caminar y mascar chicle al mismo tiempo.

-Todo lo convierten en basura o en desperdicio, desde la comida hasta las hipotecas. El atraso en su modo de vida hace que sean los más contaminantes y nos están dejando sin planeta.

Toda verdad es breve. ¿Potencia mundial? ¡Ja! ¡Si le he dado una vuelta al calcetín!