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Abreu & Abreu> Por Francisco Pomares

Cada partido tiene sus propios mecanismos internos y sus propios reglamentos, pero -sobre todo- su propia cultura. Eso explica que prácticas y usos que son más que normales en Coalición (ver a sus cargos públicos censurándose en público o mandándose recados por los periódicos) no lo sea tanto en el PP o en el PSOE. Hoy en el PP canario nadie abriría el pico para disentir públicamente de lo que hace el Gobierno, o para criticar actuaciones y comportamientos del ministro Soria. En el PSOE son algo menos disciplinados, por ese carácter un tanto ácrata que define a la izquierda institucional española, pero lo cierto es que entre los socialistas está muy pero que muy mal visto que los compañeros de partido se dediquen a insultarse en los papeles o a apuñalarse en las radios.

Probablemente porque si se trata de copiar estilos de Coalición, mejor copiar los estilos ganadores: esos que han permitido a los nacionalistas llevar casi dos décadas ininterrumpidas en el machito, esos que han logrado sostener en el poder un partido que a veces funciona más como una hinchada de fútbol que como una organización política. La última ocurrencia de Javier Abreu, concejal de La Laguna desde hace la tira de años, ha sido responsabilizar a Paco Hernández Spínola de no ser capaz de hacer cumplir el pacto al alcalde socialista de El Tanque, Román Martín. Se trata del mismo exacto argumento utilizado por Fernando Clavijo para cuestionar la continuidad del pacto, aunque bien sabemos ahora que lo de Fernando Clavijo va por otros derroteros. En el PSOE ha sentado a cuerno quemado tanta colaboración orgánica y recurso imitativo entre Abreu y Clavijo. Vale que Abreu quiera mantener el pacto en La Laguna y precise calmar a su alcalde, pero de eso a convertirse en su corifeo va un grado.

En fin, que tampoco parecen en el PSOE muy contentos con la comparecencia pública del otro Abreu -Aurelio- para pedir a los diputados tinerfeños del PSOE que no voten el presupuesto regional, porque perjudica a Tenerife. Y a Gran Canaria. Y a La Gomera, La Palma, Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro, los sanitarios, los enseñantes, los funcionarios públicos, los contratistas, los estudiantes, el Orfeón La Paz y los bares de la avenida de Anaga. El presupuesto es espantosamente restrictivo. No creo que le guste a nadie, pero la única forma de hacer otro es meterle más ingresos, y eso no depende de los socialistas de Tenerife, sino de la señora Merkel. Por tradición, los plantes se discuten en el PSOE sin hacer ruedas de prensa. O sea: primero se reúnen y luego hacen la rueda de prensa, y no al revés. Abreu & Abreu. La extraña pareja.