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El agua amenaza la supervivencia de Belmaco

DAVID SANZ | Mazo

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El barranco corrió con fuerza en noviembre y estuvo cerca de afectar al yacimiento prehistórico. | DA

La conservación del Parque Arqueológico de Belmaco está seriamente amenazado y es probable que no vuelva a resistir una nueva tromba de agua como las que ocurrieron el pasado mes de noviembre, cuando el barranco corrió con tal intensidad que “escapó de casualidad”, según explicó Jorge Pais, jefe de Patrimonio del Cabildo y doctor en Arqueología, quien destacó la necesidad de atajar “el problema real, que requiere encauzar el barranco para cuando vuelva a correr no se lleve por delante el yacimiento”.

Afortunadamente el valioso yacimiento y la estratigrafía permanecieron “intactas”, según informó Pais, que visitó la zona acompañado por técnicos del Consejo Insular de Aguas, que “plantean que hay que actuar en el cauce, reconduciéndolo”. Para ello, indicó que es necesario la redacción de “un proyecto de envergadura, si queremos realmete que no se vea afectado”. El agua se llevó parte de los senderos y unos de los paneles informativos, así como una charca que estaba debajo del puente “la cubrió de escombros”.

TRASCENDENCIA
“Estamos hablando de Belmaco, el primer yacimiento arqueológico de Canarias, que junto con El Julan, en El Hierro, y la Cueva Pintada de Gáldar son los más emblemáticos de las Islas. Además es el segundo parque arqueológico del Archipiélago, que lleva funcionando desde 1999 y se mantiene con un número considerable de visitantes”, explicó el arqueólogo palmero, quien señaló que debe ser un proyecto en el que además del área de Cultura y Patrimonio del Cabildo, deben implicarse el Consejo Insular de Aguas y departamentos como Infraestructuras, Medio Ambiente y Turismo. “No en vano es uno de los sitios más conocidos de La Palma”, recalcó.

Pese a la violencia con que corrió el agua, que arrastró abundante material por el barranco, la viejas obras que se hicieron en su momento para delimitar el cauce aguantaron y, gracias a ellas, “el agua no se metió en la estratigrafía ni en los grabados”.

Lo que sí ocurrió es que quedaron cubiertos de una capa fina de tierra que, según explicaron los técnicos del Consejo, se debe a que “cuando llega la primera gran avenida, viene acompañada de una nube de polvo y agua que es la que cubre toda la cueva”.
El problema, según comentó Pais, viene “de aguas arriba del barranco”. Y es que se trata de un barranco muy grande, cuya cabecera llega hasta Cumbre Vieja y arrastró todos los material que encontró a su paso.
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Un referente arqueológico
Los grabados rupestres de la cueva de Belmaco se conocen desde el siglo XVIII. Cabe destacar los estudios que realizó en su momento Luis Diego Cuscoy (1959, 1960 y 1962) o los de Mauro Hernández Pérez, veinte años después. La cueva de Belmaco es un referente arqueológico para explicar el primer poblamiento humano de La Palma y en su entorno se han hallado también otros yacimientos de enorme interés, como las cuevas funerarias donde se inhumaron varios individuos acompañados de ajuar. Las prospecciones arqueológicas desarrolladas por el arqueólogo Jorge Pais en el barranco de las Cuevas han puesto de manifiesto la existencia de doce cuevas doce cuevas de habitación, cinco asentamientos pastoriles y una cueva de enterramiento.[/apunte]