La renuncia a la Alcaldía de José Alberto González Reverón ha abierto la caja de los truenos en el grupo de Coalición Canaria en Arona. La confirmación de la sentencia a cuatro años y medio de inhabilitación para la Administración Local llegó mucho antes de lo previsto. Se esperaba que se produjera en el primer trimestre del próximo año, y cogió al grupo municipal y al partido sin resolver quién iba a ser el sucesor. Además todos confiaban en que los tribunales revocaran el fallo. Pero no fue así, y eso se evidenció en la rueda de prensa ofrecida en el Centro Cultural de Los Cristianos con un González Reverón arropado por los miembros del grupo de gobierno.
Por cierto, en esos días negociaban ampliar el apoyo en la corporación con los votos del Centro de Arona, liderado por Manuel Barrios, para afrontar un mandato en el que la oposición, integrada por Partido Socialista, Partido Popular y Ciudadanos de Arona, abandonan los plenos al entender que las convocatorias eran ilegales y que González Reverón debía de estar en su casa desde el primer momento del fallo judicial. Las diferentes posturas dentro del seno de CC se hicieron evidentes desde el primer momento. El segundo de la lista, Francisco José Niño, de profesión médico, que estrena mandato de la mano de González Reverón, le ha cogido gusto a la política y no quiere renunciar y el otro, Antonio Sosa, con experiencia suficiente en estas lides para afrontar un mandato cuanto menos difícil con el peso judicial de los denominados ‘casos Arona’.
Al final el fiel de la balanza, no precisamente, la del símbolo ancestral de la justicia, se inclinó hacia Francisco José Niño, del que dicen que cuenta con todos los apoyos habidos y por haber dentro de CC para gobernar hasta las próximas elecciones. Sin embargo, las muchas reuniones mantenidas durante los últimos días parecen desmentir esta afirmación. Sí que es verdad que ahora más que nunca deberán formar una piña, sin ninguna salida de tono, porque parece claro que quien ha liderado con firmeza estos últimos años el grupo nacionalista ha sido precisamente González Reverón. Este es el gran reto de Coalición Canaria: buscar un sustituto que sea capaz de cohesionar y liderar a los afiliados de CC para lograr otra mayoría absoluta.
En principio, el reto está en las manos de Niño. Ahora toca, seguramente, una remodelación de gobierno para salir del impasse en que está la corporación desde que se conoció el fallo judicial de primera instancia y, pronto, muy pronto, comenzará la vista del ‘caso Arona’, con varios ediles imputados de CC que tendrán que desfilar por los tribunales y que desde luego no dibuja el mejor escenario para gobernar. Para ello Niño deberá renunciar a ejercer de médico, y no como hasta ahora, y dedicarse en exclusividad a sacar adelante el tercer municipio de Canarias.