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Cervera y Víctor Bravo evidencian su divorcio

Víctor Bravo
El jugador maño, en un partido de la pasada temporada. / acfi press

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Víctor Bravo abandonará el CD Tenerife en el próximo mercado de invierno. No cabe duda. La relación del centrocampista con su entrenador es nula e irreconciliable, tal y como ayer quedó de manifiesto con las declaraciones que el propio Álvaro Cervera realizó durante la rueda de prensa que ofreció.

“A él no lo veo para el nivel que yo pienso para esa demarcación”, advirtió el ecuatoguineano, quién abundó en sus argumentos que excluyen al maño de sus planes: “Necesito un jugador ahí que empuje, agarre, meta la pierna… Lo de los caños y otras cosas son los Suso, Chechu, Ayoze Pérez y compañía”, dijo.

Se podría decir seguramente más alto, pero sin duda no más claro. Bravo no es del gusto de Cervera, quién quiere para el puesto a centrocampista organizador a otro estilo de jugador. Además atacó duramente el estado de forma del futbolista: “A lo mejor Víctor Bravo está más lejos de lo que él era el año pasado, quizá por ahí se puede hacer la lectura”, dijo el preparador a la hora de explicar la ausencia de minutos que ha tenido el futbolista en los partidos que se han jugado hasta la fecha.

Por otro lado el míster demostró estar al tanto de unas recientes declaraciones en las que el jugador se quejaba de las escasas oportunidades que se le habían dado. Dijo Víctor que su entrenador no conocía cómo jugaba. “Hizo unas declaraciones hace poco; no las leí pero al parecer dijo que yo no lo había visto jugar… Si lo veo todos los día”, respondió con algo de sorna Cervera en referencia a los entrenamientos.
Con todo este panorama, queda claro que el exjugador del Melilla ya es claro candidato a salir del equipo. De hecho ya Cervera le ha comunicado su parecer al respecto al director deportivo, Quique Medina. “El club sabe mi opinión y se deberá tomar una decisión. El club me preguntó y lo he comentado”, explicó.

Respecto al partido de esta noche, expuso que tiene un peligro añadido, dado que “cuando hay vacaciones después de un partido es un problema. Hay que estar encima de los jugadores, y máxime cuando vives en una Isla y no vuelven aquí. Es un problema añadido que tenemos que manejar”.

Con todo reconoció que “es un partido que tenemos que ganar”, concluyó.

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El destinatario se muerde la lengua

¿Y Víctor Bravo se quedó callado ante las palabras que le dedicó su entrenador? A medias. A través de su cuenta de Twitter, el futbolista se mordió la lengua, aunque aseguró que más tarde o más temprano dirá lo que piensa. “Contestaría encantado, pero no lo haré por respeto a mis compañeros y al Tenerife que mañana tenemos un partido importante. #cadacosaasumomento, escribió en su perfil de la populosa red social. Bravo ya vivió una curiosa circunstancia el pasado verano, cuando salió y luego regresó a la entidad.

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