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El club ya fue salvado

Javier Pérez lideró hace 20 años el cambio de modelo de entidad. | DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

El rival del CD Tenerife este domingo ha tenido recientemente un enorme respaldo social y popular, para evitar su desaparición y su disolución como club. El caso del Real Oviedo lo vivió hace 20 años el CD Tenerife para lograr su transformación en SAD y poder cumplir con las exigencias y requisitos del Consejo Superior de Deportes, dependiente del gobierno y que junto a la Liga de Fútbol Profesional crearon una comisión mixta para abordar un espinoso asunto.

Ante las enormes pérdidas del los clubes de fútbol, obligarles a transformarse en sociedades anónimas deportivas, con el fin de poder seguir compitiendo en la elite del fútbol. Real Madrid, FC Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna, quedaron exentos al haber presentado un balance económico positivo en los últimos tres ejercicios; en cuanto al resto, aquellos que en las cinco últimas campañas habían presentado números rojos, quedaban obligados a convertirse en SAD si deseaban seguir compitiendo en Primera y Segunda División A. Se llevó a cabo desde mediados de 1991 un profundo Plan de Saneamiento, que había empezado a recaudar las deudas contraídas antes de proceder con la conversión en SAD, fijando como último día de plazo admisible el 31 de julio de 1991, pospuso esta fecha hasta el 2 de agosto para completar a todas las sociedades. Un proceso que debía de estar cumplido con fecha límite 30 de junio de 1992 en vistas a que la temporada 92/93 comenzase con todos los clubes implicados en Liga Profesional a punto.

Al CD Tenerife se le exigió un capital social de 370 millones de pesetas, que debía cumplimentar con carácter obligatorio. Se llevó a cabo una campaña de captación de nuevos accionistas, a modo de suscripción popular al precio de 10.000 pesetas la acción, con un máximo de 8 acciones para cualquier persona física o jurídica. En aquel momento, el presidente del club, Javier Pérez se afanó por hacer un Tenerife de todos, y no quedando en manos de unos pocos. Desde las emisoras de radio se lanzó el mensaje que llegó al aficionado blanquiazul, y se consiguió que mas de 16.000 chicharreros desbordaran todas las previsiones y lograran el objetivo, colapsando las oficinas del club en el Callejón del Combate. El caso del Real Oviedo, ahora renombrado y admirado, ya fue realizado en Tenerife hace dos décadas con un respaldo social tan grande como hoy en Oviedo.