La columna Churchill – Por Tinerfe Fumero

¡Chas viría! Hoy en día ser africanista es lo más chupi verdadero, oiga

¡Cómo somos los españoles! Aquí se muere alguien y, sea quien sea, se convierte por el funesto birlibirloque de la guadaña en imán de las simpatías y granero para los elogios. La muerte de Antonio Cubillo [mi más sentido pésame a la familia] es una muestra impagable de que no hay nada mejor que morirse para la reputación de un español, aunque sea renegado. ¿Quién le iba a decir a Cubillo que había tanto africanista suelto por estos peñascos? ¿Dónde estaban cuando les pidió sus votos para el CNC y obtuvo como respuesta los resultados de un paria político? ¿De verdad que hay diputados de Coalición Canaria que consideran a Cubillo un referente ideológico por mera ósmosis con la filia saharaui? Hasta los preservadores de la memoria de Secundino Delgado (al menos, los que le hayan leído, claro) saben que apenas existe coincidencias ideológicas sustanciales entre ambos. ¡Cómo somos los españoles, hasta cuando queremos ser otra cosa, oiga!

¡Chas viría! (2) Qué flaco favor al independentismo

El hecho de que Cubillo sea un referente histórico del independentismo canario no implica necesariamente que lo sea desde la perspectiva ideológica. Su africanismo es, a juicio del que suscribe, el peor de los favores que se le puede hacer al independentismo, porque parte del desfasado y catastrófico proceso de descolonización, que tanto dolor y sufrimiento ha llevado al continente africano, cuyas riquezas son ahora explotadas por los foráneos a niveles impensables hace apenas medio siglo. Como contraposición, ahí está el independentismo canario americanista o incluso europeísta y, en definitiva, amplio de miras que defiende, por ejemplo, Juan Manuel García Ramos. Para que lo entienda cualquiera: es como si uno prefiriera ser miembro de la Cedeao antes que ciudadano del mundo, preferiblemente del primero.