Condenan a 13 años a un hombre por retener a otro durante un mes y amenazarlo para que no huyera

EUROPA PRESS | Málaga

La Audiencia de Málaga ha condenado a 13 años y medio de prisión a un hombre, de nacionalidad holandesa, por retener durante un mes a otro, al que ató y amenazó con matarlo si intentaba escapar de una casa en la localidad malagueña de Frigiliana, donde lo llevó desde Marbella. También se le condena por un delito de atentado contra los agentes que fueron a la vivienda y liberaron a la víctima.

Los hechos ocurrieron en 2011. Según se declara probado, el acusado se puso de acuerdo con otras personas que no han sido identificadas e inmovilizó a la víctima, a la que introdujo en un coche y llevó a la vivienda que había alquilado en dicho municipio, indica la sentencia, en la que se señala que retuvo al hombre utilizando diversos medios para impedir su huida.

Así, además de que no había vehículo, dice la resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, “le ataba las muñecas con bridas de plástico”, colocaba una cuerda entre dos puertas para impedir que pudiera abrirla y advirtió al hombre con una pistola, de la que se había borrado la identificación, de que “si trataba de escapar lo mataría”, utilizando dicha arma.

En un momento dado, el acusado, sigue la sentencia, permitió que la víctima saliera al exterior de la casa e incluso le sirvió de intérprete en alguna ocasión para pedir cosas a las personas que residían en las inmediaciones. Un día el hombre pudo hacer llegar a un vecino una nota diciendo que avisara a la Policía, lo que éste hizo.

Así, señala la sentencia que algo más de un mes después de que hubiesen llegado a la vivienda, se personaron agentes de la Guardia Civil y un policía local. Cuando entraron, el acusado “los encañonó obligando a los efectivos a desenfundar sus armas y a gritar que depusiera su actitud”, lo que efectivamente hizo. La víctima ha renunciado a ser indemnizada.

Por estos hechos, se condena al acusado por los delitos de amenazas y detención ilegal, en concurso; por otro de tenencia ilícita de armas y otro de atentado a la autoridad; así como por una falta de lesiones. La Sala señala que para la condena se han tenido en cuenta varios elementos y no sólo la declaración de la víctima, que inicialmente no quiso declarar por miedo.

El acusado negó las acusaciones y manifestó que convivía con el otro hombre porque “mantenía una relación sentimental con él” y habían elegido vivir allí para “estar juntos”. Además, dijo que la pistola era del otro y que no apuntó a los agentes, sino que cuando entraron estaba drogado y bebido y creyó que eran familiares de la víctima. El Tribunal cree que incurrió en contradicciones.

La Sala muestra “extrañeza” por el hecho de que esto aparezca desconectado “de la secuencia lógica que habría de continuar, esto es, una petición de rescate o alguna otra condición que justificase por qué alguien como el acusado actuó así”, y apunta que “no somos ajenos a que en un lugar como la Costa del Sol se producen a menudo hechos criminales, que pudiendo ser parte o estar relacionados con otros de mayor calado, aparecen aislados y en apariencia carecen de sentido”.