diario del coach >

Conversaciones tóxicas – Por Andrés Brito

¿Conoces a alguien que te transmita la sensación de que te absorbe energía, alguna persona con la que tener una conversación se convierte sistemáticamente en un tira y afloja, en una competición agotadora por ver quién dice la última palabra o quién se lleva el imaginario trofeo de tener razón?

Son los síntomas de lo que se denomina “conversación tóxica”. Pero voy a hacerte una pregunta algo más inquietante: ¿acaso eres tú quien inicia este tipo de conversaciones y hasta ahora no te habías dado cuenta?
Una conversación puede ser catárquica si sirve para que uno de los interlocutores de desahogue, efectiva si consigue que uno de los dos alcance su objetivo, constructiva si se alcanza el entendimiento mutuo. Y tóxica si genera una sensación de fracaso, de derrota.

Evitar la toxicidad es más fácil de lo que parece. Supongamos que trabajo como mando intermedio y he de corregir a un subordinado que actúa de forma negligente. Veamos las opciones conversacionales que puedo escoger según su grado de toxicidad:

– ¡Eres un incompetente! (Toxicidad máxima).

– Yo creo que eres un incompetente (Toxicidad moderada).

– Tu trabajo no me sirve (Mi opinión se centra en lo que hace y no en la persona).

– Tu trabajo no se ajusta a mi expectativa de tu nivel de desempeño (Abro la posibilidad de hacer ajustes).

– ¿No crees que si corriges esto y esto harás un trabajo excelente? (Doy pautas prácticas y manifiesto confianza en la capacidad de mi interlocutor. Además, lo hago en forma de pregunta, con lo que permito que el otro llegue a sus propias conclusiones).

Acaso este ejemplo también te dé pistas para decirle a quien se comunica contigo de forma tóxica cómo deseas que se dirija a ti.

www.andresbrito.com