ÁLVARO DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife
Al igual que todo buen concierto de Navidad tiene un añadido fuera de programación, para divertimiento de los asistentes, el bis final de la temporada de automovilismo se disputó en las instalaciones del Circuito de Maspalomas, en Gran Canaria, con la Race Stars 2012.
Sin poder compararse con la Marcha Radetzky, la partitura de esta competición, que emparejaba en dos equipos, azul y rojo, a los principales tenores del automovilismo nacional y canario del año que termina, iba a tener una cierta similitud con la vida de su compositor.
La prueba espectáculo arrancó con los enfrentamientos por parejas, en función del potencial de sus vehículos y al mejor de tres mangas eliminatorias. Los dos pilotos de la escudería Copi Sport, Fernando Copi Capdevila y Enrique Cruz, maestro y pupilo, eran además los más rápidos de sus respectivas formaciones, y por lo tanto los que accedían por derecho propio como representantes de cada bando a la gran final a celebrar también en tres mangas.
En la primera, Cruz paró el crono en 2:56.3 minutos, mientras Capdevila, que salía por la pista interior, la ligeramente más rápida, marcaba 2:55.8, logrando así la primera victoria por tan solo cuatro décimas. En la segunda manga la victoria era necesaria para Cruz, que salía por el lado bueno, rebajando el tiempo de Copi en cuatro décimas, hasta un 2:55.4, Pero el veterano subcampeón del mundo FIA tiró de coraje y experiencia y logró un tiempo de 2:54.7, que le otorgó el título honorífico de Campeón de Campeones 2012, frente al que es su hijo, deportivamente hablando.
La final fue reñida, pero se desarrolló dentro de un gran ambiente. “Ha sido un día muy especial para mí. Llevo años volcado con Enrique para llevarlo a lo más alto, pero nunca pensé encontrármelo en alta competición. Él es un crack y tiene toda la vida deportiva por delante. Yo estoy al final de la mía, aunque disfrutando una segunda juventud. Era la primera y posiblemente la única vez que nos enfrentamos y tenía que darlo todo para ganarle. No ha sido nada fácil”, aseguró Capdevila.