TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Implacable. El Gran Maestro Internacional (GMI) José Luis Fernández demostró ayer por qué es el gran favorito para llevarse la vigésimo tercera edición del Torneo de Navidad que Cajacanarias organiza en la sede de su club, sita en la Cruz del Señor. Fernández se impuso ayer -no sin cierta lucha- con negras ante Fernando Hidalgo, que venía a su vez de sorprender al Maestro Internacional (MI) ruso Wladimir Zimin.
Aunque Hidalgo no planteó una partida abierta, Fernández liberó pronto el centro, condición indispensable para organizar con tanta rapidez un potente ataque sobre el ataque corto de su adversario que acabó traduciéndose en ventaja material al cambiarle una torre por dos piezas.
Sólo otro de los tres titulados internacionales restantes mantiene el ritmo de Fernández: el veterano MI italiano Stefano Tatai, que también ganó con negras al lanzaroteño Rubén Martín.
No parece que Tatai saliera con significativa ventaja de la Defensa Siciliana que planteó, pero desde luego que supo contener el frontal ataque de peones contra su enroque mientras lograr pasar uno en la columna de alfil rey que, con el paso de las jugadas, resultó ser decisivo para el juego.
Junto a ellos, el joven tacorontero Kevin Meneses mantiene el ritmo y también ayer logró su cuarto punto de los cuatro posibles. también fue con negras en la partida que más rápido se decantó entre los primeros tableros del torneo, pero no por ello la más sencilla.
También gracias a una Defensa Siciliana Meneses logró un cambio favorable de piezas con Rodrigo Pinto del que ya salió con peón de más y mejor posición que ya no desaprovechó.
DUELO EN LA CUMBRE
Llega la quinta ronda, ecuador del torneo, y una partida que se antoja decisiva: Fernández tendrá blancas ante Tatai en un duelo que podría resultar decisivo.
En el segundo tablero estará Meneses, que podría superar al que pierda de los dos maestros… siempre y cuando no le sorprenda otro joven, Svyatoslav Korneev, que con 3,5 puntos ya secunda a los líderes.
Por su parte, Zimin tiene una nueva oportunidad de reengancharse ante el siempre incómodo Pinto.