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Gao Ping recibió un chivatazo de la Policía que le advertía de que era investigado

AGENCIAS | Madrid

El presunto líder de la trama de blanqueo de capitales desarticulada con la ‘operación Emperador’, Gao Ping, habría recibido un chivatazo de algún agente policial que le advertía de que sus líneas telefónicas estaban siendo “observadas”, tal y como se recoge en el sumario del caso, al que ha tenido acceso Europa Press.

La revelación está recogida en un informe que los fiscales Anticorrupción José Grinda y Juan José Rosa enviaron el pasado 12 de abril al juez instructor, Fernando Andreu, en el que se hace referencia a una conversación intervenida al supuesto cabecilla en la que reconocía que el “director de la comisaría de seguridad de España” le había informado de que sus “actividades de carácter no lícito” estaban siendo investigados.

Los fiscales del caso dicen desconocer en su informe “exactamente” a cuál de “los múltiples estamentos de la Administración con la nomenclatura de comisaría” podría referirse Gao Ping, ya que, según constatan, no existe “ninguno con la denominación de comisaría de seguridad”.

En todo caso, aseguran que como consecuencia del “temor a ser inspeccionado” y por razones de “seguridad”, el cabecilla de la organización tomó la determinación de reunirse “con algunos de los máximos mandatarios de la trama” en una gestoría de Fuenlabrada al objeto de preparar una contabilidad falsa de sus sociedades mercantiles que poder presentar en el caso de que fuera “objeto de una inspección”.

A lo largo del sumario se ponen de manifiesto los contactos que muchos integrantes de la trama mantuvieron con policías y guardias civiles y otros miembros de la administración pública para conseguir tratos de favor, principalmente para la concesión o agilización de trámites de cara a regularizar la situación de trabajadores ilegales o para que les quitaran multas.

“Para ello no dudarían a la hora de mostrarse especialmente atentos, tratando de agradar a dichos integrantes de la función pública, bien mediante el agasajo en forma de invitaciones a comer, bien mediante la promesa de entrega de dádivas”, reza uno de los escritos de la Policía contenidos en el sumario.

Recoge así una conversación que la esposa de Gao Ping, Lizhen Yang, mantiene con el agente Blas Donoso, que le asesora sobre los trámites que la madre de ella debe realizar dada su condición de extranjera.

Después, Yang le llama para invitarle a él y a su mujer a comer, “pudiendo tratar con ello por una parte el premiar el servicio que iría a prestar al día siguiente a la madre de ambos, así como afianzar su relación y con ello beneficiarse del trato personal que recibirían en próximas ocasiones”.

También recoge el caso del guardia civil Pablo José Jiménez que, según el informe, retiró una multa a los miembros de la trama o los vehículos de sus empresas y ofreció asesoramiento para recurrirlas a cambio de un ordenador portátil.

UN CRÉDITO DE 20 MILLONES

El informe de la Fiscalía Anticorrupción presenta a Gao Ping como “el máximo líder de la organización criminal investigada”, mientras que tanto la familia de su esposa, Yang, como el resto de integrantes de la trama se somentían “a sus mandatos, dándolos cumplimiento y acatándolos de forma abnegada”.

Como muestra de sus “estatus jerárquico” los fiscales citan las “elevadísimas cantidades” económicas que se derivaban de las operaciones de las que se hacía cargo. De las llamadas intervenidas que obran en el sumario se deriva que Gao Ping pidió un crédito en China por importe de 20 millones de euros o tuvo que afrontar unos gastos en publicidad e inversiones de 90 millones.