La gran pregunta que deberíamos hacernos todos los españoles es la siguiente: ¿cuánto deben los partidos políticos a la banca y a las cajas de ahorro? Les hablo del secreto mejor guardado de este país de chorizos, no solo de cantimpalo, sino de los otros, de los que meten mano a la lata del gofio para lucrarse en lo personal y para, de paso, rebañar unos cuantos milloncejos para sus propios partidos, a fin de que ganen las elecciones una y otra vez y, así, mantenerse en el machito, es decir, en el poder desde el que nos acogotan a todos nosotros.

La gran pregunta, que me temo nunca tendrá respuesta, es cuánto deben a la banca y al conjunto del sistema financiero PP, PSOE, CC, CiU, PNV, BNG, IU, UPyD y todos los que viven y se alimentan del cotarro de la partitocracia.

Todos sabemos que las cuotas de los militantes no dan ni para papel higiénico. Y que las aportaciones del Estado en función de los resultados electorales no sirven para sufragar una sola campaña electoral. Luego, aquí, los dineritos tienen que salir de la mamandurria de alcaldes, concejales y restantes mangantes de las distintas siglas, amén, claro está, de los créditos que hayan podido recibir de la banca.

La circunstancia de que el dato no se conozca, tal vez explique por qué nuestros parlamentarios no cambian la ley hipotecaria. ¿Cómo van a cambiarla? ¿Metiéndose con los bancos y cajas de los que reciben millones y millones en préstamos que no han devuelto y que probablemente nunca devolverán? ¿Cuál de los partidos políticos se atreve a ponerle el cascabel al gato de la banca? ¿Cuántos políticos en activo han comprometido su firma personal (y sus patrimonios) en créditos para sus fuerzas políticas que saben que no van a devolver? ¿Cuántas deudas han sido condonadas sin que lo sepamos?

Vamos a ver: la deuda española que más lastra el sistema económico y retrasa la recuperación, más que la pública, se concentra en la privada de empresas y familias. Pero ¿y los partidos políticos? ¿Cuánto dinero deben y en qué porcentaje repercute dicha deuda en el endeudamiento general? ¿Y por qué la banca desahucia a los desgraciados que no pagan la hipoteca (porque se han quedado sin trabajo) y, en cambio, no exige a los partidos políticos que rindan cuentas y retornen todo lo que han recibido de los dueños de las finanzas? Muy simple: son una misma cosa. Se necesitan recíprocamente. Los candidatos al desahucio ya pueden despedirse de una posible dación en pago. Ningún politiquillo, ni politicastro, irá contra las fuertes cajas fuertes de la banca.

Los pájaros no disparan contra las escopetas…