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Incertidumbre venezolana> Por Leopoldo Fernández

Decía Bernard Shaw que nada es tan cierto como la incertidumbre. La afirmación viene que ni pintada para describir la situación que vive el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y con él el hermoso país americano. Las concentraciones populares, las vigilias de oración, las declaraciones de los dirigentes políticos, nada es capaz de calmar el sobresalto de los ciudadanos. El régimen, entregado al arrebatador carisma de Chávez, se ha encerrado sobre sí mismo y, por mucho que se reafirme una y otra vez, está por ver cómo despeja su futuro mientras entre bambalinas se libra una batalla por el poder entre los seguidores de Diosdado Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional, exvicepresidente, exministro, ingeniero, militar y millonario envuelto en varios escándalos de corrupción, y Nicolás Maduro, actual vicepresidente y canciller de Asuntos Exteriores, personaje de origen humilde y escasa formación aunque de reconocida honradez, en quien Chávez ha delegado provisionalmente sus funciones y por quien ha pedido que se vote como sucesor, en el caso de que quede inhabilitado o pierda la vida como consecuencia del cáncer que padece.

El chavismo ha impuesto la discreción y el hermetismo sobre la enfermedad de su líder, lo que desde el principio dio lugar a especulaciones sin cuento. La misma elección de La Habana, en lugar de Madrid o Moscú como se sugirió desde instancias médicas para todo el proceso de ataque y cura de la enfermedad de Hugo Chávez, se revela ahora inadecuada, por no decir imprudente, a la vista de acontecimientos. Como la situación del presidente parece irreversible, con la operación del martes se trataría, según los rumores más extendidos, de aliviar su sufrimiento y los por momentos gravísimos dolores que le afectan. Con una coyuntura tan delicada, y en un ambiente de escaso interés dadas las circunstancias, este domingo los venezolanos están convocados a las urnas para elegir 23 gobernadores y 237 legisladores regionales. Estas elecciones pueden ser determinantes para la recuperación de la oposición al chavismo o para la consolidación de este. Además, en abril de 2013 se celebrarán los comicios municipales y en 2015, los legislativos. Pero lo más importante será saber si el 10 de enero Hugo Chávez podrá asumir su nuevo mandato como presidente; de no ser así, en un mes tendrán que ser convocadas nuevas elecciones a la presidencia de la República. Demasiadas pruebas para un régimen que debe afrontar además otros desafíos relevantes en materia de infraestructuras, economía y seguridad.