En las últimas semanas, uno de los temas más hablados entre los docentes y los padres es la inminente reforma educativa. No creo que sea porque es algo novedoso. Por todos es sabido que en cada cambio de gobierno se produce un cambio de dirección en el trayecto de la educación, sin entender muy bien en qué punto del camino nos encontramos. Derecha o izquierda intentan describir una ley educativa que se ajuste a sus intereses políticos, con el pretexto de mejorar lo que han hecho los otros.
En esta ocasión, se trata de la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). El término calidad suele asociarse con competitividad, con ofrecer un mejor producto. No dudo que no sea una buena idea. Todos sabemos que es necesario mejorar el sistema educativo, pero como todo sistema es algo complejo y en él intervienen muchos factores que debemos tener en cuenta. El desarrollo de competencias básicas seguirá siendo un elemento muy importante en esta nueva ley educativa. Lógicamente, porque se basa en directrices europeas y porque se trata de una realidad compartida por todos. Uno de los principales objetivos educativos debe ser el de educar para el futuro y para la realización personal, social y profesional de las personas.
En cambio, para las TIC se prevé un cambio; se afirma que serán un “ingrediente importante para la reforma” y “que se trabajará con ellas de una forma distinta al pasado”. Afirmaciones que nos hacen pensar en un cambio educativo, en el que realmente las TIC dejen de ser, simplemente, dotaciones que llegan a las aulas, y al fin se consiga acompañar la entrada de estas infraestructuras en los centros con las estrategias adecuadas para conseguir una integración pedagógica de estas herramientas.
Grandes presupuestos para crear aulas de informática y de audiovisuales; partidas presupuestarias para ofrecer un ordenador o una tableta para cada niño o plataformas nacionales y autonómicas para la distribución de herramientas y materiales digitales. Recursos que en la mayoría de las ocasiones han sido infrautilizados por los docentes y el alumnado. Posiblemente porque no se ha llevado a cabo una correcta política de implantación de estos recursos: información, formación, asesoramiento, etc. LOGSE, LOCE, LOE, LOMCE, etc. No sabemos cuál será el nombre de la receta, no sabremos qué es lo que esperan cocinar, pero al menos me alegra saber que las TIC serán uno de los ingredientes principales.
*DIRECTORA DEL ÁREA PEDAGÓGICA DE FIZZIKID