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Juguetes didácticos: para aprender divirtiéndose

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FiZZiKid en el Hispano Inglés. | J. G.

Por KIKE GARCÍA

La Navidad está a la vuelta de la esquina y los almacenes de Papá Noel y los Reyes Magos están a tope de trabajo. Los buzones de sus fábricas de juguetes rebosan de cartas escritas con letras entusiastas y certificadas con sellos de ilusión. La mayoría de los niños ya han hecho llegar al Polo Norte y Oriente sus deseos, y en la mirada de los más pequeños de la casa se desprende el brillo del que sabe que, posiblemente, la magia de la Navidad convierta algunos de sus sueños en realidad.

Mientras que para los adultos estas fechas tan señaladas son sinónimo de gastos extraordinarios, los niños las relacionan con regalos y juguetes. Cada año, Papá Noel y los Magos de Oriente se estrujan la cabeza para hacer felices a todos los niños y desde hace ya algún tiempo no solo se centran en regalar juguetes con finalidad lúdica, sino también con un propósito educativo. Así, estos artistas de la fantasía matan dos pájaros de un tiro y se garantizan que los niños se diviertan a la vez que aprenden. Por ello, no es de extrañar que en las mañanas del 25 de diciembre y 6 de enero, los niños rompan el papel de regalo y se encuentren con uno de esos juguetes llamados didácticos. Sabedores de la intención de Papá Noel y los Reyes Magos a la hora de comprar, todas las empresas del sector trabajan este tipo de juguetes, que comenzaron siendo una alternativa y ahora están consolidados en el mercado como una opción atractiva.

Muchos expertos afirman que hablar de juguete didáctico como tal es una tautología, porque cualquier objeto de este tipo, esté construido con un propósito de enseñanza o no, constituye en sí mismo un medio de conocimiento del mundo. Se tiende a enlazar la palabra juguete con diversión y entretenimiento, pero no se puede obviar que cuando el niño juega, también está estimulando su capacidad intelectual y psicológica, su aspecto sensorio-motriz, sus habilidades sociales, etc. El desarrollo humano del niño se concibe en un contexto en el que el juguete está presente; es un concepto imprescindible. Gracias al juego, los niños ejercitan su mente y su cuerpo, se hacen preguntas y descubren las respuestas, aprenden a interactuar con su entorno social, etc.

 En base a lo anterior, el juguete didáctico se diferencia de otro que no se considere así, en que está orientado conscientemente por el fabricante a la consecución de objetivos educativos concretos, posibilitando dirigir la actividad lúdica de los niños de manera organizada, sistemática y planificada, hacia un objeto específico. Así que, por ejemplo, si el regalo es un ábaco se presupone que el niño aprenderá a sumar y restar, mientras que si es un puzle, se potenciará su capacidad de razonamiento. En el mercado, los juguetes didácticos se diferencian con claridad, tanto por actividad como por grupo de edad.

Los ocho años es una edad clave. A partir de este momento, empieza la autosuficiencia en los niños: elaboran planes propios, se individualizan, juegan al aire libre, leen, ven la televisión, se sienten atraídos por las nuevas tecnologías, se interesan por los amigos, etc. Es muy importante que el juguete sea cercano al mundo inmediato del niño y a su forma de imaginación, así como que fortalezca su personalidad y sentido de cooperación. Es cierto que las familias optan por regalar juguetes didácticos, pero no deben olvidar que el niño se sienta a jugar con la idea de divertirse y no de aprender, por lo que se debe camuflar la finalidad educativa por medio de un juguete llamativo. En este sentido, las posibilidades son infinitas. Solo se trata de elegir con cautela lo que más se ajusta a las necesidades, gustos y preferencias del niño. Y esto, nadie mejor que las familias para hacerlo.

Un telescopio para viajar por el espacio sin salir de casa; un microscopio con el que analizar las partículas más pequeñas de la materia; un pequeño ecosistema de plástico con el que generar lluvia y germinar semillas; las partes de la tierra o un juego de mesa en inglés. Astronomía, biología e idiomas. Son algunos ejemplos de materias que se imparten en la escuela y que pueden ser extrapoladas al ocio del niño de forma lúdica y didáctica.

Es indudable que hay juguetes que se adaptan a las necesidades educativas del momento y PapáNoel y los Reyes Magos no son ajenos a ello. Están todo un año vigilando el comportamiento de los niños, y se han percatado de que las tendencias han cambiado con respecto a generaciones pasadas. El juguete digital comparte el protagonismo con el tradicional; la tableta, el móvil y el ordenador portátil han conquistado una parte del territorio dominado en otros tiempos por la pelota, las cartas y la bicicleta. Y es que los niños del siglo XXI son nativos digitales y se sienten atraídos por las nuevas tecnologías.

Papá Noel y los Reyes Magos ven necesario regalar algo que eduque en el mundo digital y a la vez sea divertido. Por eso han puesto su mirada en FiZZiKID: una plataforma educativa que acerca a los niños la ciencia, tecnología y usos seguros de Internet. Un espacio seguro en el que los niños pueden compartir con amigos, crear sus propias páginas y hacer e-actividades ingeniosas con contenidos que se actualizan día a día.