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“La discapacidad está asociada con las barreras de la sociedad”

DAVID SANZ | Santa Cruz de La Palma

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Juan José Afonso, director general de los centros San Juan de dios. | DA

El cirujano palmero Juan José Afonso, actual director general de los centros de San Juan de Dios en las comunidades autónomas de Madrid, Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y Canarias, ha participado en unas jornadas sobre discapacidad organizadas por el Cabildo palmero. Afonso tiene una dilatada trayectoria en el ámbito de la gestión hospitalaria y en la actualidad coordina y planifica las políticas y estrategias en los 16 centros de San Juan de Dios con diversas líneas de actuación, como es la actividad médico-quirúrgica, la discapacidad intelectual, la dependencia de las personas mayores y la exclusión social.

-¿Qué papel juegan los centros de San Juan de Dios en el marco de la sanidad española?
“Un papel de complementariedad con el sistema sanitario público, una papel de creciente importancia por dos razones fundamentales: la primera, la diversidad de centros que cubren toda la geografía; y la segunda, la confluencia de dos objetivos clave, como son el servicio público y no tener afán de lucro”.

-¿En qué se diferencia un sistema sanitario en el que está al frente una orden religiosa de otro de carácter laico, que también ha tenido que dirigir?
“No existen diferencias esenciales. Se trata de prestar asistencia sanitaria a la población que la demanda. El carácter religioso o no puede estar presente en alguna simbología o ideario de algunos de los que trabajan en él, pero no existen diferencias esenciales. Nuestro modelo está basado en una asistencia personalizada, consolidada durante los cinco siglos que ha existido la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, teniendo como objetivo el respeto a la dignidad y la atención integral de la persona, siendo un referente de hospitalidad. Es un modelo totalmente orientado a necesidades de usuario y su familia”.

-La sanidad española está en estos momentos en pie de guerra ante los recortes del Gobierno.
“Pasamos una situación muy delicada. La sanidad de cobertura universal y pública es un bien a preservar, algo muy importante que nos hemos dado como sociedad, pero parece irremediable que en el actual entorno es obligatorio ajustar los costes y gastos. Personalmente, confío en que se mantenga esa cobertura universal y pública”.

-¿Cree que el sistema público de salud está devaluándose en beneficio de la medicina privada, como denuncian los sindicatos?
“Creo que el sistema sanitario público, con la forma de gestión actual (la única que hasta ahora hemos conocido), está en un proceso de cambio hacia otro modo de gestión más eficiente y de menor coste. Yo no hablaría de devaluación, sino de cambio de modelo de gestión. Los modelos que se están planteando siguen siendo de titularidad pública y asistencia gratuita, pero lo que está cambiando es el tipo de gestión y la forma en la que se organizan los hospitales. Hablaría más de cambio de modelo que de devaluación”.

-Ha venido a La Palma a tratar el tema de la discapacidad. ¿Cuáles son los retos que tiene pendiente la sociedad con estas personas?
“Casi todos… hay que tener en cuenta que, en la actualidad, la discapacidad está asociada a las barreras que la sociedad y el entorno le ponen a las personas con discapacidad, que las propias limitaciones que tienen estas personas. Está claro que casi todo está por hacer. Debemos hacer una reflexión sobre esta circunstancia y nos daremos cuenta de la realidad. Además, la atención a la discapacidad no es un concepto de beneficencia, sino es de justicia social y de derecho de su dignidad”.

-La Ley de Dependencia, que prometía ser un respaldo importante para las personas que sufren discapacidad, se está desmantelando por falta de financiación. ¿Qué consecuencias cree que puede tener para las personas discapacitadas y su entorno familiar?
“El desmantelamiento de la Ley de Dependencia sería muy grave para todos, pero confío en que seamos capaces de aunar, entre toda la sociedad, las necesidades de los colectivos de discapacidad, la obligatoriedad pública de las administraciones de velar por mantener esos derechos y la financiación pública y privada. El objetivo es que se intente preservar al máximo y constituir un proceso de atención adecuado para cubrir todas las necesidades de la persona discapacitada, y ofrecerlas -como hemos hablado estos días en La Palma- en un entorno de procesos que abarque la totalidad de la trayectoria vital. En este sentido, organizaciones como San Juan de Dios pueden jugar un papel fundamental”.

-La Palma, su isla natal, sufre un importante proceso de envejecimiento, con una de las medias de edad más elevadas de Canarias. ¿Qué recursos son necesarios para hacer frente a esta importante población? ¿Cree que la isla cuenta con los medios de atención suficientes?
“No soy un experto en los medios de atención que existen en La Palma, pero estos días he tenido la oportunidad de conocer algunas iniciativas muy interesantes de asociaciones de discapacitados, que incluso son novedosas a nivel nacional, capitalizadas y coordinadas por el Cabildo insular de La Palma, que se deberían cuidar y preservar, como es el caso de Indispal, la Plataforma Insular de Atención a la Discapacidad”.