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‘Los cuatro jinetes del Apocalipsis’, de Manuel Reyes, en el Círculo de Amistad> Por Joaquín Castro

Manuel Reyes Domínguez (Santa Cruz de Tenerife, 1937), tallista y escultor, presenta su obra en madera Los cuatro jinetes del Apocalipsis en el Círculo de Amistad XII de Enero, exposición que se puede visitar hasta el 5 de enero.

El escultor, que talla en madera de cedro y caoba, presenta en esta ocasión siete motivos más: El Roque Cinchado de Tenerife, El Roque de Agando de La Gomera, El Roque de los Muchachos de La Palma, El Roque de Bonanza de El Hierro, El dedo de Dios de Las Palmas, La Montaña de Timanfaya de Lanzarote y El Manto de la Virgen de Fuerteventura. Siete obras inéditas, totalmente talladas, con el orgullo de ser el primer escultor que ha conseguido reunir estas obras de arte, donde se ha dejado muchas horas de trabajo, pero siempre con la satisfacción de conseguir lo que quería.

Las cuatro tallas de grandes dimensiones que representan a Los cuatro jinetes del Apocalipsis fueron inspiradas según los diseños a plumilla de ese gran pintor y escultor que fue Francisco Borges Salas, cuya obra principal se encentra en Venezuela, México y Tenerife.

Manuel Reyes siempre ha dicho que se considera autodidacta, nunca tuvo profesor, salvo las enseñanzas que recibió de un tallista, de los 14 a los 17 años, que emigró a Uruguay. Y ahí quedó todo. El periodista José D. Méndez manifiesta en una entrevista que “voluntad y tesón son las dos grandes premisas en la vida y la obra de Manuel Reyes, quien justifica su ansia de originalidad”. Esta voluntad y tesón lo vemos en estos siete iconos canarios en madera de cedro, sobre base de piedra natural. Tallas donde la forma de cada motivo tiene sello personal único, de los que el artista se siente orgulloso. En la obra escultórica de este artista encontramos madurez equilibrada de su trabajo, donde responde de su saber y consigue los resultados apetecidos.

Adscrito a una figuración muy personal, capta la realidad, le confiere volumen y es ajustado a proporciones y formas. Sus raíces nacen en la escultura tradicional, en lo clásico, que tan difícil resulta de convertir en realidad. Manuel Reyes deja todos los caminos fáciles, no sería capaz de seguirlos, y nos ofrece una obra serena, equilibrada, ajustada. En la génesis de estas esculturas hay una subjetiva y vocacional necesidad, por parte del artista, de proceder a una conquista del espacio exterior por la inclusión de la obra concebida y plasmada en la materia poseída y dominada en su gesto estético.

Hay elegancia en la composición de los jinetes y de sus iconos de las Islas, pues los volúmenes nacen fluidos, de forma casi espontánea, y a pesar de ese rotundo trabajo adquieren gracilidad.
Reyes, además de escultor es un gran jugador de billar, perteneció al equipo del Círculo de Amistad XII de Enero. Ha expuesto últimamente en el Casino de Tenerife, donde se conserva la joya del escudo de Tenerife, en el Orfeón La Paz y en otras salas de las Islas.