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Madi Ramos: “Se trata de sacar el mejor partido desde tu ojo y desde tu corazón”

Reportaje fotográfico realizado por Déborah Torres, codirectora del estudio Les petites photos.

INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife

Después de muchos años de trayectoria profesional dedicada a otros ámbitos absolutamente alejados de la fotografía, Madi Ramos encuentra en su camino a Déborah Torres, excelente fotógrafa de bodas con sensibilidad cautivadora. Para Madi Ramos participar en su proyecto supone el empujón definitivo para su dedicación exclusiva. El tiempo hizo que decidieran crear una nueva marca para ampliar el registro temático de su trabajo, Les Petites Photos.

Con la intención de hacer “algo diferente”, se dirigen a un público que busca fotografías con alto contenido emocional. Para ello la implicación de ambas en todo el proceso es total. Disfrutar y amar su trabajo hace que, en opinión de sus clientes, estén consiguiendo su objetivo. En este reportaje, Madi es fotografiada por su compañera Déborah Torres.

-Los fotógrafos son unos de los profesionales que tienen que lidiar con más intrusismo gracias sobre todo a la popularización de los equipos digitales. ¿Se ha notado mucho en el gremio?

“El intrusismo. Realmente, ¿qué es el intrusismo en esta profesión? El hecho de que las cámaras digitales estén al alcance de casi todos no creo que afecte efectivamente al trabajo bien hecho no solo técnicamente sino, también, desde el punto de vista artístico. Es cierto que cada vez somos más los que nos dedicamos a la fotografía, pero cada uno aporta una visión diferente en el desarrollo creativo y en el resultado final. Depende del cliente, de lo que busca, que sea quien decida por qué fotógrafo decantarse”.

-¿En qué ha tenido que renovarse para seguir ganándose la vida con este trabajo?

“Mi carrera profesional como fotógrafa se inició hace poco. Fue en marzo de este año cuando tomé la decisión de dedicarme en exclusiva al mundo de la fotografía, a tiempo completo. Así que la renovación fue en el plano personal y no profesional. Lo que sí es cierto es que desde el comienzo tenía claro qué tipo de imágenes quería producir y cuáles no. Tanto Déborah Torres, mi socia, como yo, queríamos ofrecer un trabajo distinto, con un enfoque y concepto diferentes. Creo que desde ese punto de vista lo estamos logrando, pues nuestros clientes así nos lo transmiten”.

-¿Usted cree que el trabajo de un fotógrafo se valora con criterio o existe un desconocimiento general que propicia que todos creamos que sabemos fotografiar?

“El de fotógrafo es un trabajo con un gran componente artístico. Esto hace que la valoración sea muy subjetiva por parte de la persona que observe las imágenes. Pero, a fin de cuentas, es una profesión. Y en cualquier profesión se te va a valorar por el resultado. Si gusta, tienes éxito. No cabe duda de que el concepto que usan otros compañeros a los que admiras pesa mucho en el desarrollo del trabajo y, evidentemente, muchas veces tomas como referencia para tu crecimiento personal su opinión. En cuanto a los clientes, te contratan porque les gusta lo que ven y eso es lo que quieren. El desconocimiento o no de la fotografía como disciplina no hace que su criterio tenga menos valor”.

-Hace no mucho conoció a su alma gemela profesional, Déborah Torres, con quien emprendió el proyecto Les Petites Photos. ¿Qué ofrecen ustedes de diferente a sus clientes?

“La asociación profesional Déborah Torres-Madi Ramos ha supuesto un crecimiento profesional para ambas. La definición alma gemela es muy acertada. Nos compenetramos a la perfección y nos hacemos crecer una a la otra. Nuestra intención en la fotografía y nuestro objetivo es el mismo. Tanto en deborahtorres.com como en lespetitesphotos.com, nuestras dos marcas, pretendemos captar el momento, la emoción, el recuerdo feliz para siempre. Lo que es indudable es que las dos trabajamos en una misma dirección y la pasión y el amor por lo que hacemos cada día es lo que nos mueve”.

-¿Qué se requiere para captar y plasmar en una foto los momentos más especiales o los sentimientos?

“Lo más importante, conectar con los protagonistas. El feeling, la empatía, la conexión, o como se desee llamarlo es fundamental. Nuestras sesiones no tienen tiempo límite de término. Trabajamos el tiempo que sea necesario para que tanto los clientes como nosotras nos sintamos tranquilos y relajados para que, de forma natural, consigamos pasarlo bien y que todo ello llegue a reflejarse en las imágenes finales. Queremos que ellos y nosotras disfrutemos de esos momentos. Esa es la clave”.

-Entonces, los fotógrafos, o algunos fotógrafos, ¿miran de una forma distinta?

“Los fotógrafos, los médicos, los oficinistas… las personas… todos miramos de forma diferente”.

-¿Sacrifica la técnica por la estética, o al contrario, cuando se trata de fotografiar a personas?

“No creo que sea cuestión de sacrificar una u otra. La técnica la tienes interiorizada, forma parte de tu bagaje. A la hora de fotografiar ya casi no piensas en ella. Lo que sí tratas es de jugar con los elementos que tienes ese día delante: la luz, el ambiente, el paisaje, la situación y, sobre todo, las personas. Se trata de sacar el mejor partido desde tu ojo y desde tu corazón”.

-¿Cuáles son las salidas profesionales que tiene la fotografía hoy en día?

“Las salidas profesionales son las que hay. Las de siempre, las que todos ya sabemos. Pero es cierto que depende de uno mismo hacia dónde desea enfocar su creatividad. En ese sentido, los límites solo nos los ponemos nosotros. Y ¿por qué ponérnolos?