LUIS F. FEBLES | Santa Úrsula
“Ya no puedo más”. La alcaldesa de Santa Úrsula, Milagros Pérez, amenaza a los concejales de la Agrupación Independiente de Santa Úrsula (AISU) y a los ediles rebeldes del Partido Popular con querellarse contra ellos si continúan con la estrategia de “distorsionar la verdad, manipular sus manifestaciones públicas y boicotear las sesiones plenarias con desplantes orquestados”.
Con tales acusaciones, alimentadas tras la marcha de la oposición durante el último pleno celebrado el pasado jueves, la regidora lanza un claro aviso a navegantes señalando a dichos grupos como “claros dinamitadores” de la política municipal. En relación con las sesiones, la mandataria desmiente que el público haya insultado a los ediles sublevados y AISU, ya que “los verdaderos provocadores son ellos, más si cabe, cuando previamente habían acordado marcharse. Llamé al orden pero siguen con su propaganda demagógica; ambos son lo mismo”.
En este sentido, Pérez indica a este periódico que incluso, ha tenido “la deferencia de dejar hablar en los plenos a los concejales traidores cuando el reglamento establece que son los portavoces los que deben hacerlo”. Además, sobre la supuesta inseguridad a la que la oposición alude, añade que “en en la sala había una pareja de policías que velaba por el buen funcionamiento de la sesión así que es incomprensible que busquen formas de desestabilizarnos”.
Por otra parte, Milagros Pérez se muestra contundente en una afirmación que descabezaría la filosofía de los sublevados a la hora de apoyar al gobierno local en cuestiones que consideren positivas para los ciudadanos: “Hay listados de llamadas de teléfonos municipales en los que se demuestra que los rebeldes y AISU” prepararon el jaque a la alcaldesa en aquella semana de agosto. “Puedo demostrar que cuando presentaron la enmienda con la que comenzó toda esta triste historia, existieron llamadas y reuniones entre la oposición, es más, todavía siguen con esa dinámica”, sostiene.
La ordenanza sobre la regularización de las terrazas, una propuesta del grupo de gobierno que se aprobó con una enmienda de AISU, ha sido otro de los puntos conflictivos.
Así, la mandataria popular asevera que desde un primer momento llamó al portavoz de los independientes, Ricardo García, para invitarlo a las asambleas con los comerciantes y restauradores, obteniendo como respuesta que “no podía acudir y que ya enviaría a alguien. Aunque parezca mentira, declararon que nadie les había invitado”.