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Navidad de solidaridad y esperanza – Por José Manuel Bermúdez Esparza

La solidaridad y la esperanza son valores que adquieren su sentido más profundo en Navidad. Tiempo de creer y de querer, porque no bastan los buenos deseos si somos incapaces de poner nuestra voluntad, nuestro esfuerzo, nuestra ilusión y todas nuestras capacidades al servicio del interés común. Es también tiempo de dificultades, con la mayor crisis económica y social que ha conocido nuestra historia reciente, que se ceba con los más débiles.

A ellos en primer lugar es a quienes debemos dirigir nuestra atención y nuestro esfuerzo, porque el progreso de una sociedad se mide sobre todo por su capacidad de atender a quien más lo necesita.

Son muchas las iniciativas solidarias de todo tipo que se suceden en estas fechas. Todas ellas son necesarias y quiero animar sinceramente a participar en cuantas nos sean posibles, valorando en su justa medida el corazón que ponen tantas personas y colectivos en su organización de forma desinteresada. Juguetes, comida, ropa o recaudación económica que sustenta la gran labor social de instituciones y ONG. Pero también, y sobre todo, la solidaridad personal -tantas veces escondida, discreta y callada- de la aportación que cada uno hace de ese pequeño grano de arena con la que construimos una gran montaña de solidaridad.

También tiene la Navidad un aspecto de dinamización económica, con lo que supone de capacidad de generar empleo y riqueza en nuestro entorno. Lejos de ser una mera cuestión aparentemente materialista, supone la época del año en que muchas pequeñas tiendas, restaurantes y comercios de todo tipo se juegan su supervivencia en una ciudad cuya economía se basa en gran medida en ese motor comercial. La crisis y los recortes hacen que las familias dispongan de menos recursos, es verdad, pero desde el Ayuntamiento debemos intentar poner los medios para que, dentro de un consumo responsable, se faciliten esas compras y esa vida de ocio navideño en un entorno agradable, con un completo programa de actividades para todas las edades.

Tiempo de recuerdos y nostalgias, de despedidas y reencuentros. Tiempo de hacer balance y creer en los sueños. Tiempo de compras y prisas, de risas y cantos, de luces y cuentos.

Frente a tantos motivos para el pesimismo imperante que nos abruma y nos preocupa -con razón-, también hay motivos para creer. Para creer en esta ciudad maravillosa y compleja, para creer que somos capaces de salir adelante -no hablo de sobrevivir con resignación, sino verdaderamente de progresar- si de verdad estamos dispuestos a trabajar juntos y responsablemente, sabiendo lo que hacemos y lo que queremos.

Querer es creer. Yo quiero a Santa Cruz, y por eso creo en Santa Cruz. Y les invito a todos ustedes a que crean conmigo, a que trabajen conmigo, porque estoy seguro de que todos y cada uno de nosotros amamos profundamente a esta ciudad, que tiene un pasado del que se siente orgulloso, que tiene un presente con dificultades pero también con oportunidades, y desde luego un futuro que podemos construir juntos.

*ALCALDE DE SANTA CRUZ DE TENERIFE