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El Parlamento exige mantener cirugía cardíaca infantil

EFE | Santa Cruz

Todos los grupos parlamentarios pidieron ayer al Gobierno de Canarias que establezca todas las medidas presupuestarias y organizativas que garanticen la continuidad de la Unidad de Cirugía Cardíaca Infantil del Hospital Materno Infantil de Gran Canaria con los mismos niveles de calidad y seguridad “que hasta ahora”.

Así se indica en el texto de la moción que fue promovida por el grupo Popular y en la que además se pidió al Gobierno canario que formalice convenios con centros de referencia nacional para atender los casos de cirugía cardíaca pediátrica de mayor complejidad.

También se instó a ejecutar el proyecto internacional Cardiosen -de colaboración con Senegal en este ámbito- y a promover otros proyectos de cooperación internacional financiados con fondos europeos y con organizaciones no gubernamentales para atender en Canarias a niños con cardiopatías congénitas de países del entorno africano.

Asimismo, se demandó garantizar la asistencia integral médico-quirúrgica en el Archipiélago a los pacientes mayores de 14 años con cardiopatías congénitas. Aunque la moción fue respaldada por todos los grupos, durante el debate se produjeron momentos de crispación cuando la diputada del grupo Nacionalista Canario Marisa Zamora acusó a la popular Mercedes Roldós de utilizar la demagogia política en este ámbito “por un puñado de votos, lo que es totalmente deleznable”.

Así lo consideró Zamora al defender una enmienda presentada por su grupo y por el Socialista, que no fue aceptada por el PP, que también rechazó la posibilidad propuesta por CC de añadirla como texto adicional a su moción.

Mercedes Roldós replicó que “el lío” sobre este asunto lo ha montado la consejera de Sanidad “ella sola”, pues “ha quedado por mentirosa” como en el caso del pago a las farmacias y anuló la decisión “errónea” de ordenar el cierre de la unidad el 30 de diciembre. Desde el inicio de la unidad en 2001 se ha operado a más de mil pacientes y su cierre, con el consiguiente traslado de enfermos y embarazadas con diagnóstico prenatal de cardiopatías congénitas, provocaría “un aumento de la mortalidad”.