J. F. J. | La Laguna
Solo 14 de los 31 centros ciudadanos con los que cuenta el municipio se han integrado hasta el momento en la red de espacios de estas características impulsada en días pasados por la concejalía de Participación. Estos centros son los de Bajamar, Barrio Nuevo, El Tranvía, Finca España, La Verdellada, Las Chumberas, Las Madres de Padre Anchieta, Pérez Soto, Salud Alto-El Rocío, San Bartolomé de Geneto, San Diego, San Matías II, Tejina y Villa Hilaria.
Aunque la adhesión a la red es de carácter voluntario, este órgano es considerado un instrumento de vital importancia para la cohesión y planificación de las actividades desarrollada en los centros por parte de la concejalía ahora dirige por Javier Abreu, quien hace unos meses sustituyó en el cargo a su compañero de partido Yeray Rodríguez.
CONSEJO DE DIRECCIÓN
El siguiente paso será la constitución del Consejo de la Red de Centros, conformada por cargos vecinales, técnicos municipales y políticos. Entre sus responsabilidades estará, sobre todo, velar por el cumplimiento del reglamento de uso y gestión de los propios centros ciudadanos. Está previsto que sus miembros se reúnan al menos una vez cada dos meses y que el orden del día de estos encuentros se planifique de manera voluntaria o rotatoria. Solo podrán participar un máximo de dos portavoces por centro.
En el reglamento se abordan cuestiones como el funcionamiento de los consejos de dirección de cada centros y el de sus asambleas, la relación con el ayuntamiento, la programación anual de actividades y su seguimiento, la organización de los espacios y horarios, el equipamiento, las normas de convivencia, la regulación de los usos privados y los intercambios con otros centros. El documento deja claro que “ningún centro podrá ser sede exclusiva de una sola asociación, colectivo o grupo” y que no habrá espacios de uso exclusivo, “salvo casos excepcionales que deberán ser aprobados por el consejo” .
Uno de los asuntos aún por concretar es la regularización de los bares existentes en distintos centros ciudadanos del municipio; su modelo de explotación y si pueden o no vender bebidas alcohólicas. En su momento se constituyó una mesa de trabajo conjunto para abordar estas controvertidas cuestiones.