EFE | Oviedo

La Audiencia Provincial de Asturias ha condenado a penas de 96 años y ocho meses, 79 años y ocho meses y 25 años y cinco meses de prisión a Jesús V.B., Cristian M.P. y Pablo Luis B.B., respectivamente, por descuartizar a María Luisa Blanco en junio de 2009 en su domicilio del barrio de Vallobín de Oviedo.

El tribunal declara probado en una sentencia notificada hoy que los hechos ocurrieron en el domicilio en el que desde hace años la víctima vivía con su madre -separada de su exmarido- y su hermano, el acusado Pablo Luis B., los tres con minusvalías y retraso mental.

Durante el mes de julio de 2008 Pablo Luis B. entabló amistad con Cristian M. y le invitó a su domicilio, ya que éste carecía de vivienda.

Al cabo de un mes Cristian contactó con su amigo el también acusado Jesús V. y, aprovechándose de las limitaciones de Pablo Luis, le convencieron para que el segundo y su novia vivieran también en la casa y se comprometieron a abonar una cantidad mensual cuando encontrasen trabajo remunerado, abono que nunca se llegó a efectuar.

Jesús y Cristian consiguieron que la víctima y su madre pagasen con sus pensiones su manutención y compras.

A partir de diciembre de 2008 Jesús V., cuya personalidad presentaba rasgos psicopáticos, comenzó a ejercer dominio y control sobre el resto de los moradores de la casa.

A principios de 2009 las peticiones económicas fueron cada vez mayores llegando Jesús y Cristian a apoderarse en marzo de las tarjetas de crédito de la víctima y su madre a quienes les exigieron los números clave y con las que cada uno o dos días sacaban dinero hasta agotar el saldo.

La intimidación con uso de violencia de Jesús apoyado por Cristian en la casa se fue degenerando cada vez más siendo frecuentes y diarios los malos tratos consistentes en golpes y puñetazos a los tres integrantes de la familia y en muchas ocasiones por simple diversión, llegando a prohibirles que les mirasen a la cara o que hablasen entre ellos.

Jesús les manifestó que él era el que mandaba en la casa y que tenían que llamarle El Duque e incluso ordenaban a Pablo Luis que golpease a su madre y a su hermana.

El día 23 de junio de 2009 en uno de los juegos macabros que llevaban a cabo Jesús le dijo a Pablo que estrangulara a su hermana, lo que así hizo, mientras que el primero le hizo beber a la víctima whisky hasta vaciar una botella, a lo que hay que sumar los golpes que previamente le habían propinado, todo lo cual le produjo la muerte.

Jesús ordenó a Pablo que descuartizase el cuerpo, lo que hizo en la bañera, e introdujo los trozos del cadáver en varias bolsas que guardaron en la nevera.

La Audiencia condena a Jesús y a Cristian a que indemnicen a los padres de la víctima en 135.000 euros, a la madre en más de 59.000 por las lesiones, el daño moral y el dinero sustraído, y a Pablo Luis, en 15.000 por las lesiones.