T. F. | Santa Cruz de Tenerife

Un joven veinteañero llegado a Tenerife para pasar sus vacaciones con la familia ha perdido su bolsa de viaje durante un trayecto en una guagua regular de la compañía Titsa y la maleta en cuestión ha aparecido finalmente en el departamento de Objetos Perdidos del aeropuerto de Madrid Barajas, según confirmó ayer su hermana a este periódico.

Los hechos se remontan a días pasados, cuando el joven sube a un vehículo que cubre la línea 111 para Titsa y así desplazarse desde Santa Cruz de Tenerife hasta Los Cristianos, sin imaginar siquiera que su gesto de ayudar a aquel anciano, un hombre de 78 años de edad, a subir su maleta tan similar a la suya al portaequipaje de la guagua le iba a costar un disgusto.

El anciano, que se bajó justo en la parada anterior porque volaba ese día a Madrid por el Aeropuerto Tenerife Sur, tomó por error la bolsa del joven, en la que iba su traje para fin de año, su teléfono móvil y otras pertenencias.

Pero que su maleta iba camino de subir a un avión no lo sabía cuando bajó en su parada y descubrió que no estaba. Ahí arrancó todo un trabajo detectivesco en el que hay que aplaudir la actitud del chófer de Titsa, quien se mostró en todo momento comprensivo y avisó de que, tras dos viajes, había una maleta que nadie reclamaba.

Al verla, el joven recordó al anciano de la parada de la capital y acudió al Tenerife Sur y averiguó que su maleta voló con Ryanair, cuyo personal también se mostró muy colaborador.

FEO GESTO

El problema radica en que el anciano, al descubrir que no era suya, entregó la maleta en el departamento de Objetos Perdidos del aeropuerto de Madrid-Barajas.

Tristemente, la familia del anciano no se hace ahora cargo de los efectos de su error, incluso a pesar de que éste llega por el loable gesto del afectado, quien no dudó en ayudar al anciano con su pesada maleta.

Ahora el joven espera pacientemente a que la singular historia tenga final feliz y que alguien que vaya o vuelva de la capital de España se ponga en contacto con ellos para facilitarle una autorización al efecto y que, al fin, les devuelvan tan viajera maleta.