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Un Presupuesto a contracorriente – Por José Manuel Bermúdez Esparza

La presentación de los Presupuestos en una institución es siempre la plasmación real y concreta de la voluntad política dentro de las posibilidades económicas de la sociedad en la que vive. Ni más ni menos que pasar de las palabras a los hechos para dar respuesta a las ideas, a las necesidades y a los proyectos que permiten afrontar el presente y el futuro.

El Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha presentado esta semana un proyecto de Presupuestos para el 2013 que invitan al optimismo, pero no desde un “buenismo” bobalicón que ignora la realidad y que cree que las cosas se arreglan por sí solas o que todas las soluciones vendrán de fuera, sino desde una actitud valiente, responsable, realista y que confía en nuestras propias posibilidades.

Es, en cierta medida, un presupuesto “a contracorriente”, porque son pocas (quizá ninguna) las instituciones que serán capaces de presentar unos Presupuestos de tanto crecimiento, donde la prioridad se centra en la atención social de aquellos que más lo necesitan (2 de cada 3 euros se destinan a partidas sociales, y se aumenta casi un 10% la asignación al Instituto Municipal de Atención Social), al tiempo que se apuesta decididamente por la dinamización económica y la inversión como motor capaz de generar empleo en la ciudad.

El incremento presupuestario no está basado en el recurso fácil de aumentar la presión fiscal a los vecinos, porque de hecho se congelan los principales tributos municipales, como el IBI, la Basura o el Rodaje, mientras que sólo sube el IAE para aquellas empresas que facturan más de un millón de euros al año, sino en la mejora de la gestión (eficiencia) y control del gasto (austeridad).

Y es ese un factor diferenciador muy importante: los sacrificios y la austeridad son un medio, no el fin. El ajuste y los recortes son convenientes, necesarios, incluso imprescindibles en los tiempos que corren, pero sólo tienen sentido si, como contrapartida, se consigue un saneamiento económico que da la posibilidad de reasignar esos recursos allí donde resultan más prioritarios. El trabajo realizado en este sentido desde el mismo momento de asumir la dirección del Gobierno municipal en este mandato es el que hoy nos permite afrontar así el difícil año que nos espera.

Santa Cruz no se va a cruzar de brazos frente a la crisis. El derrotismo, la resignación o el obstruccionismo no tienen cabida en nuestro vocabulario. No vamos a dejar tirado a nadie, porque la calidad de una institución se mide por la capacidad de atender a quien más lo necesita. Una vez más, tendemos la mano a todos: grupos políticos, colectivos sociales y cada uno de los ciudadanos. Sin banderas partidistas ni orejeras ombliguistas. Queremos contar con todos, porque ninguno somos imprescindibles, pero todos somos necesarios para construir un Santa Cruz mejor.

*ALCALDE DE SANTA CRUZ DE TENERIFE