ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife
El pasado domingo, a la conclusión del partido con el Oviedo, sorprendieron las palabras del técnico del CD Tenerife sobre el césped del estadio Heliodoro Rodríguez López: “El estado del césped no nos ayuda, y ahí lo dejo”. Lejos de polemizar, el preparador blanquiazul vino a mostrar su disconformidad por el estado del terreno de juego en ese día en concreto y no en general. Bastante culpa de lo blando que estaba el campo el pasado domingo la tienen las fuertes y continuas lluvias que cayeron de manera copiosa sobre la capital tinerfeña la semana previa al partido, como así lo expresó a DIARIO DE AVISOS el responsable de la empresa del cuidado y mantenimiento del césped del estadio y también de El Mundialito, Eduardo Hardisson. “Hay que tener mucho en cuenta las condiciones meteorológicas que hemos tenido en la últimas semanas, que han sido bastante adversas y ha llovido mucho”, apunta Hardisson. “Eso nos ha llegado a impedir incluso llegar a cortar y marcar el césped como nosotros teníamos previsto, y hemos tenido que adaptar los cortes incluso a por la tarde o el mismo sábado antes del partido”, relata el técnico de la empresa Hardisson Jardinería.
En estos momentos, y a pesar de cómo ha llovido, “lo vemos en buenas condiciones sabiendo los convenientes meteorológicos que hemos tenido”, explica. La planificación del trabajo de cuidado de la hierba se vio alterada. “El viernes teníamos previsto empezar a preparar el partido y no pudimos ni cortar ni marcar las líneas blancas porque la lluvia se llevaba la pintura, el sábado por la mañana no se entrenó en el estadio, gracias a que el cuerpo técnico decidió entrenar en Ofra”, dijo, “y menos mal porque si no hubiera sido peor”, señaló Eduardo Hardisson, quien añadió que no recuerda “en muchos años una semana así, que sea tan constante el agua”. También influye de manera importante la estación del año, porque “en verano, con altas temperaturas, el estadio parece una olla, es un horno y también es perjudicial, pero en estos momentos que necesitamos sol, y cuando la visera da sombra sobre más de la mitad del campo y encima te aparece lluvia pues se sobrehumedece mucho la superficie”, señaló Hardisson. Pero así y todo, en estos momentos el campo “es jugable”, comentó.
“Además la mañana del partido cayó una buena tromba de agua a las seis de la mañana, y eso condicionó mucho para que estuviera tan blando”, apreció el especialista de la empresa tinerfeña.
Diálogo con Cervera
Los encargados del cuidado del césped tienen mucho en cuenta “las quejas de los técnicos y de los jugadores y se intenta siempre intentado subsanar todas esas quejas”. “Siempre intentamos, con los medios que tenemos, colaborar con el cuerpo técnico, pero tenemos siempre su ayuda inestimable, porque si el sábado se hubiera entrenado, como es lo habitual en el estadio, el domingo hubiera estado muchísimo peor”, indica Hardisson, que agradece la comprensión de los técnicos blanquiazules, con Cervera a la cabeza.
Lo ideal para el buen mantenimiento del terreno de juego sería no utilizarlo durante la semana, pero “sabemos que el equipo necesita acondicionarse al sitio donde va a jugar; cuanto más entrenen en el Heliodoro para ellos mejor, pero en esta época nos perjudica y se están sacrificando, cosa que agradecemos”, remarca el propietario de Hardisson Jardinería, quien resta importancia a las palabras del técnico haciendo alusión el domingo al estado del terreno de juego blanquiazul.