RAÚL DÍAZ | Santa Cruz de Tenerife
José Miguel Ruano es el actual presidente del grupo parlamentario nacionalista (CC-CCN-PNC). Fue secretario general técnico en la Consejería de Política Territorial (1993-1995) y en la Consejería de Presidencia y Relaciones Institucionales, además de director de la Oficina de Análisis y Estudios del Gabinete de Manuel Hermoso (1996-1998). A ello ha unido su puesto de consejero de Educación, Cultura y Deportes y de Presidencia, Justicia y Seguridad (2005-2011).
Profesión. Licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna. En 1998 obtuvo, por oposición, la plaza de letrado del Parlamento de Canarias. Fue secretario general de la Cámara legislativa(noviembre 1998-julio1999) y también profesor asociado de Derecho Constitucional en la Universidad de La Laguna.
-Su relación con el Parlamento de Canarias es de hace muchos años, y además en etapas profesionales y políticas distintas.
“Efectivamente, para nuestro partido en Tenerife es incompatible ser consejero y diputado a la vez, aunque mi relación con esta institución ha sido muy estrecha ya que fui secretario general técnico y me desvinculé ya con Bravo de Laguna como presidente del Parlamento. También tengo que decir que durante esos años el Parlamento ha cambiado para bien, en paralelo a la Comunidad Autónoma. Los cambios han sido notables”.
-Usted ha sido una persona que, dentro de las responsabilidades que ha tenido de gobierno, le ha tocado realizar ajustes dentro de la Administración regional. ¿Qué retocaría del actual Parlamento de Canarias?
“Posiblemente, lo más difícil es establecer vías de comunicación con los ciudadanos. La crisis del Parlamento es del siglo XX; el ciudadano entiende que todo es achacable a los partidos que apoyan al gobierno y eso hace que se alejen de la demanda ciudadana. Creo que se podrían hacer cosas importantes dentro del Parlamento para arreglar varias cuestiones, aunque no será sencillo”.
-Durante todos estos años habrá escuchado decir absolutamente de todo sobre el Parlamento de Canarias. ¿Entiende que las críticas son infundadas?
“Algunas de las críticas son comprensibles, pero lo que no se puede hacer es denostar el ejercicio de la política si este se realiza con honradez. Le pongo un ejemplo. Ahora que estamos pasando una depresión económica es más difícil que la actividad parlamentaria se vincule a las demandas de la ciudadanía. Pero, por supuesto, que hay muchas cosas que se pueden hacer. Y es que hay que reivindicar el ejercicio honrado de la política como modo de cumplir con las demandas de la ciudadanía”.
-Ya han sido muchos años con grandes responsabilidades dentro de los distintos gobiernos de Canarias. En esta nueva etapa como diputado regional por la isla de Tenerife, ¿quizás ha cambiado mucho su vida?
“La vida en el Ejecutivo es más intensa; no tienes tiempo de articularla. La experiencia en el Gobierno de Canarias me está siendo muy útil para las decisiones que tomo, y también para las tareas de coordinación que tengo que realizar dentro de mi grupo parlamentario”.
-Estamos a punto de llegar a la primera parte de esta legislatura, ¿qué destacaría?
“Básicamente, lo más importante han sido algunas leyes de índole presupuestaria, donde lo complicado está en buscar fórmulas para equilibrar la balanza fiscal. Estamos con el objetivo de cumplir el déficit, como nos están marcando desde Madrid y Europa, y son temas delicados sobre los que siempre se tienen dudas”.
-Las relaciones Canarias-Estado no pasan por su mejor momento. ¿Mejorarán durante lo que resta de legislatura?
“Nosotros tenemos una situación muy complicada, ya que no hemos llegado a acuerdos con el Gobierno de España principalmente en temas de financiación. Nuestras relaciones no son las mejores, pero deseamos que empiecen a normalizarse. También es verdad que en la anterior legislatura fue difícil, pero en el último año mejoraron”.
-Su partido, Coalición Canaria, lleva muchos años en el Gobierno regional. ¿Están preparados para pasarse a la bancada de la oposición?
“Creo que un partido como Coalición Canaria nace con la vocación de gobernar, pero esto es una democracia y es normal que alguna vez nos pueda tocar estar realizando funciones de oposición en el Parlamento de Canarias”.
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EN 1 MINUTO
Gran Canaria-Tenerife. Canarión de nacimiento, chicharrero de adopción. Ruano se vino a Tenerife a estudiar Derecho a la Universidad de La Laguna y ya se quedó. Se ha adaptado perfectamente a la isla, y mantiene todas sus amistades en Gran Canaria, a pesar de la gran cantidad de años que lleva viviendo fuera de esa Isla.
Conciliación familiar. Para José Miguel Ruano la vida ahora es más tranquila. Desde que no tiene responsabilidades en el Gobierno, “la intensidad es diferente”, y añade: “Tengo más tiempo libre y puedo organizarme mejor”.
Viajero. Antes viajaba mucho más, cosa lógica, ya que “estar en el Gobierno me suponía estar visitando muchos lugares”. Ruano destaca sus viajes a Marruecos por lo que supusieron para Canarias, y la importancia de las relaciones con el país alauita. Con respecto a sus viajes familiares, “viajaba con mi mujer y unos primos, y lo hacíamos en el puente de la Constitución. Nos costaban mucho más baratos y conseguimos visitar casi todas las capitales europeas”.
Ciencia política y filosofía. Y nada de novelas. Política y filosofía son las lecturas de José Miguel Ruano, de las que reconoce que “puede que al resto de la gente le parezcan aburridas, pero a mí me gustan”. Es hombre de poco hobbies, pero le encanta ir con sus amigos de guachinches.
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