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Saludas – Alfonso González Jerez

En una reciente conferencia, dedicada a las profundidades abisales de la crisis económica y sus orígenes, el economista Jesús Fernández Villaverde comparaba su ciudad de residencia habitual, Lower Merion, en las afueras de Filadelfia, con la ciudad madrileña de Majadahonda. El interés del breve estudio comparativo estaba en demostrar la influencia de los modelos administrativos y de gestión en la salud económica en el ámbito local, El profesor Fernández Villaverde eligió Majadahonda porque tanto su población (unos 60.000 habitantes) como su perfil económico (un núcleo compuesto por profesionales cualificados y empresarios de clase media alta) se le antojaban suficientemente similares. Lo primero que hacía en su charla Fernández Villaverde es proyectar en una pantalla la web del ayuntamiento de Majadahonda. La página de inicio, por supuesto, la ocupaba una gran foto y un afectuoso saluda del señor alcalde. En realidad las imágenes del alcalde salpicaban casi obscenamente toda la web del ayuntamiento: inaugurando una cancha deportiva, reunido con una asociación de vecinos, entregando medallitas en un colegio. El pater familias que todo lo ve, todo lo tutela, todo lo ampara. En la web del consejo municipal de Lower Merion no aparecía ningún alcalde. Entre otras razones, porque no lo hay.

Lower Merion, como muchas pequeñas y medianas ciudades estadounidenses, es gestionada por un administrador jefe contratado por dos o tres años con unos objetivos financieros, económicos y sociales nítidamente estipulados. Gana unos 250.000 dólares anuales y nadie cuestiona su salario, porque cumple los objetivos trazados perfectamente y sabe encontrar financiación: la ciudad tiene superávit. Cada mes una amplia representación ciudadana (integrada no solo por partidos políticos, sino por asociaciones de vecinos, plataformas ciudadanas, entidades culturales y recreativas) se informa de sus gestiones y evalúa su trabajo. No son infrecuentes, pero tampoco diarios, los referéndum entre los vecinos. Por supuesto, los miembros del consejo municipal no cobran un duro. Les parecería una chifladura. En la web de Lower Merion figura un documento en el que están consignado ingresos y gastos anuales hasta el último céntimo, incluyendo los gastos del teléfono móvil del administrador general y los costes de las fotocopiadoras. Se renueva constantemente.

Acabo de visitar la página web del ayuntamiento de El Tanque. Por supuesto, no ofrece un solo dato económico, pero ahí tienen ustedes la foto del alcalde y su saluda. La corbata que lleva es preciosa.