EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma
Por primera vez en su historia reciente, las bodegas de la Isla que forman parte del Consejo Regulador de Vinos de La Palma han logrado comercializar toda su producción, unas 600.000 botellas de vino de la mejor calidad y de más de cien marcas y referencias diferentes.
La cantidad comercializada y el hecho de que hay determinados vinos producidos en La Palma, cuya producción actual no puede cubrir la demanda del mercado los 12 meses del año, agotados mucho antes de la llegada de estas fiestas navideñas, dan cuenta, según fuentes técnicas del propio Consejo Regulador palmero, de que “nuestros vinos constituyen un producto exclusivo, de muy alta calidad”, incluso frente a otras producciones de grandes marcas consolidadas en el mercado, que llegan a embotellar hasta 260 millones de botellas de vino.
Así las cosas, el problema del excedente de producción que el sector ha padecido históricamente ha llegado a su fin en un ciclo nuevo, con menor cantidad de uva recolectada, que este año se situó en los 750.000 kilos de uva, frente a los 900.000 kilos de uva recogida en la vendimia de 2011.
PLANIFICAR LA PRODUCCIÓN
Fuentes del Consejo Regulador de Vinos de La Palma explicaron, a raíz de la propuesta que la Asociación de Agricultores y Ganaderos de La Palma, ASPA, planteó en la comisión regional de Agricultura, para conseguir la zonificación y planificación de la producción que “esa es una tarea pendiente, no solo para este Consejo Regulador, sino para todos los de Canarias, y es evidente que hacen falta apostar por los estudios en este campo, que permiten conocer más y mejor y defender las variedades autóctonas, variedades que han perdurado durante siglos en la Isla”.
Esta línea de trabajo sería un potencial para mejorar y ampliar los canales de comercialización con Estados Unidos con los que ya trabajan tres bodegas palmeras: Matías i Torres, Castro y Mogán y Carballo, que forman parte del consorcio de exportación que se ha creado para Canarias.
Según los expertos, los potenciales generadores de esta demanda al otro lado del Atlántico responde a “clientes que buscan los conocidos como vinos desnudos, muy naturales y cultivados de forma casi ecológica”.
En muchas zonas de la Isla, los caldos se elaboran a partir de uvas cultivadas con una mínima utilización de tratamientos fitosanitarios, una opción escogida por los viticultores gracias al excelente clima del que goza la Isla, idóneo para el cultivo de la vid. Los técnicos recuerdan, como ya hizo días atrás el presidente de ASPA, la importancia que en el contexto paisajístico juega la viña, así como por sus virtudes culinarias.