LUIS DE LA CRUZ | Santa Cruz de Tenerife

La primera vuelta está a punto de concluir y el Rosario Estación de Servicio El Mirador aburre. Ahora mismo está muy distanciado con respecto al resto de equipos en la primera plaza de la Liga Cabildo de Tenerife de Primera Categoría.

Los valleros cuenta con una plantilla muy competitiva y, a la vez, muy compensada. Un encuentro, tras otro es un calco. Las primeras sillas arrasan y llegan a poner en el electrónico un 7-1 a su favor.
Eso obliga a sus rivales a mover sillas a la desesperada para intentar neutralizar la ventaja del equipo de Chevo Ledesma.

Algunos lo consiguen y otros no. La recta final de las luchadas es otro recital del club vallero. Luchadores como Aitor Molina, Sergio Hernández o Fran Rodríguez del Toro, lejos de esconderse en un equipo de estrellas, son una más. El palmero está mejor que nunca y está realizando unos números que el próximo año podrían servirle para escalar peldaños en la clasificación de destacados de Tenerife.

Lo mismo ocurre con Sergio Hernández, que es todo un descubrimiento, porque dejó de luchar en Tercera para convertirse en la revelación de la Liga de Primera. Mientras, Fran Rodríguez del Toro todos los años demuestra que por encima de todo está el equipo. No pone mala cara cuando tiene que salir a eliminarse por el bien de su escuadra. Cuando debe tirar y lucha alegre, logra también muy buenos resultados. Lo conoce muy bien Chevo Ledesma y le saca un alto rendimiento. Sixto Rodríguez y Alejandro Afonso siguen en la misma tónica que la de la pasada temporada en las filas del Tijarafe. Son bregadores que tienen condiciones para llegar lejos.

LA CABEZA

De nada vale contar con una media cola brillante si los luchadores de cabeza se muestran inseguros. Nada de esto ocurre en el Rosario porque Eusebio Ledesma, pese a su juventud, está capacitado para encarrilar luchadas. Además de paso, tiene nivel para dar espectáculo y meterse en el bolsillo a sus seguidores.

El fichaje de Agustín González Pollo de La Candelaria fue todo un acierto. También es otro bregador que lucha de cara a la galería, pero amarra cuando las exigencias del guión así lo piden.

El regreso de Marcos Ledesma a Valle de Guerra, después de tanto tiempo era toda una incógnita.

Desde las luchadas amistosas las despejó todas. Está luchando, sale con ganas y sueñan con conquistar un título liguero, que lo tiene en la mano.