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Todo a una carta – Por Máximo Martín-Travieso

La Junta General de Accionistas que ayer celebró el CD Tenerife pasará a la historia por dos motivos. El primero por ser, sin duda, la más rápida. En apenas algo más de 35 minutos Concepción liquidó la reunión del que debería ser el máximo órgano de gobierno de la institución. Y segundo, por evidenciar que, en lo institucional, el club languidece. Solo 114 accionistas estuvieron representados en la sala prestada por CajaCanarias. Solo 114 de más de 30.000 accionistas totales. Por mucho que Concepción insista en que el Tenerife es de todos, la realidad es otra muy distinta. El presidente ha logrado callar las voces críticas y así evitar reuniones incómodas. Él prefiere los paseos militares, que ningún beneficio le producen a la salud de su equipo. No es que la masa accionarial tenga fe ciega en este consejo de administración,como expresó el dirigente palmero.

El problema es el cansancio y al aburrimiento generalizado que hay entre el accionariado. ¡Y mira que se dijeron cosas interesantes en la cita! Por ejemplo, el empresario afirmó, sin tapujos, que el club se juega su futuro a una sola carta. Ascender o morir en el intento. De eso depende el puesto de trabajo de los empleados del club y, por supuesto, el futuro deportivo. Un año más en Segunda División B supondría recortar la estructura del propio club y bajar el presupuesto destinado a la parcela deportiva. Eso me suena a convertirnos en un Oviedo más. Todo o nada. O Cervera, y los jugadores, aciertan, o el futuro es realmente inquietante. No es catastrofismo, es el dibujo que trazó el que más sabe cómo está el interior de la centenaria (por mucho que tampoco quiera reconocerlo) institución deportiva. ¡Qué mal pintan las cosas!